El divorcio intrincado de Ewan McGregor y su resiliencia actual

Al momento de iniciar su carrera como actor, Ewan McGregor aceptó trabajar en una serie inglesa llamada Kavanagh QC y allí se enamoró de Eve Mavrakis, que ejercía su rol de diseñadora. Al llegar 1996, él logró una gran popularidad debido a su rol protagónico en Trainspotting y así llegaron otras propuestas de primera línea como lo fueron Moulin rouge; Velvet Goldmine o las precuelas de Star Wars. Mientras su trayectoria iba camino hacia la victoria, su matrimonio lo anclaba a tierra, llenándolo de paz y felicidad. La pareja residía en Europa y fundó una familia numerosa con la llegada de sus tres hijas biológicas llamadas Clara, Esther; Anouk y adoptaron a Jamyan. Luego del 2011, decidieron mudarse a Los Ángeles porque las obligaciones laborales así lo dispusieron.

Así, Ewan comenzó a grabar la serie Fargo en el 2017 y su compañera de rodaje sería la colega Mary Elizabeth Winstead, que atravesaba un divorcio reciente. Al terminar la grabación, el actor volvió a su hogar y allí su esposa comenzó a notar ciertos cambios. Sin hacer demasiado alboroto, se centró en recuperar la pareja y dejó las sospechas de lado.

En el 2017, Ewan viajó a Europa y allí fue captado por los fotógrafos de The Sun mientras besaba a Winstead. Esto daba cuenta de su infidelidad y del término de su matrimonio por 22 años. Tiempo después, el matrimonio presentó la demanda de divorcio y alegaron que las diferencias eran irreconciliables.

Por su trabajo en la serie el actor recibió un Globo de Oro por su ­desempeño y emitió en la ceremonia un discurso donde se acordó de su ex, de las hijas en común, pero tampoco dejó de lado a su nuevo amor: “Quiero tomarme un mo­mento para agradecerle a Eve, que siempre me apoyó a lo largo de los últimos 22 años. Y también decirles a mis cuatro hijas, Clara, Ester, Jamyan y Anouk, que las quiero mucho”. De manera un poco llamativa, acto seguido agregó: “No hubiera habido un Ray, mi personaje, sin Mary Elizabeth Winstead. Así que gracias a vos también”.

Paso a paso, la nueva pareja se consolidó y comenzó a mostrarse en público dando cuenta que el amor había llegado para quedarse. También peleaba con la madre de sus hi­jas para que la tenencia fuera compartida. A su vez, debía ceder los bienes comprados gracias a sus roles en las películas de primera línea, pues le corresponderían a su ex, como también las regalías. Si bien insistió ante esta medida, luego se dio por vencido, aceptó las condiciones y pidió que se diera un final al asunto que llevó un total de tres años para dirimir.

Con el correr de los tiempos, la paz llegó para quedarse y sus cuatro hijas pudieron consolidar una relación respetuosa con su nueva novia. Sin embargo, la sorpresa más grande se dio cuando los actores anunciaron el nacimiento de la primera heredera en común que llevó el nombre de Laurie. Ellos vivieron el embarazo con un hermetismo absoluto. Asimismo, las hermanas mayores fueron las encargadas de difundir la noticia mediante unas fotografías donde se las ve cargando a la nueva integrante de la familia para luego subirlas a las cuentas de sus redes sociales.

Ahora estos famosos son noticia por sus trabajos y también por las buenas circunstancias que atraviesan en sus vidas y ya no por los conflictos mediáticos o romances clandestinos de los que supieron ser parte. Además, la dupla está consolidada también como sociedad económica puesto a que han creado una empresa de contenidos y productora de filmes independientes que pisa fuerte dentro de un contexto salvaje como lo es la industria de Hollywood.