El nuevo material de Vicky Khoury
La artista también se dedica a la producción de la misma.
Durante una entrevista con este multimedio, Vicky Khoury brindó los detalles de su última producción discográfica que se encuentra disponible en el universo digital.
—¿Bajo qué circunstancias surge este proyecto?
—Oceánica se dio en esta segunda ola pandémica. Son canciones que surgen de bocetos, de letras que tenía escritas y algunas melodías o enlaces armónicos por los que daba vueltas en el piano.
Y los llevé a la computadora, donde se despliegan un montón de otras cosas y que es el modo que encontré, que tengo a mi alcance, de plasmar mis creaciones.
De algún modo, siento que es la continuación de Desierta (mi EP anterior), transitando este otro paisaje, otro estado.
—¿Cuáles son las claves de las reversiones? ¿Por qué elegiste estas canciones?
—Entre medio de Desierta (publicado en marzo del 2020 - cuando empezó esto de la pandemia y Oceánica (publicado en febrero del 2022) hice dos covers. Reversiones, me gusta decirles, porque me fui para otro lado, que el de sus originales.
Para mí, se trata de eso. En un punto, trabajar sobre una canción existente, tiene muchas cosas resueltas, y te permite jugar con otras cosas, pero también tenes que decidir qué hacer con esas cosas, cómo las transformas. La clave fue transformarlas, pero que sigan siendo reconocibles.
Elegí Il cielo in una stanza (El cielo en una habitación) de Gino Paoli - un cantante/compositor/productor italiano de los ‘70 , porque me fascina ese tema. Literalmente tenía el cielo en mi habitación (descubrí una ventana durante la pandemia). Tiene mil versiones, de todos los tiempos, y él tiene una historia de novela. Desde lo musical, porque quería cantar en italiano (un idioma que aprendí de chica).
As tears go by la elegí basada sobre la versión de Marianne Faithfull, a quien siempre admiré, y es un tema que tocaba el piano, lo tenía olvidado y me lo reencontré en esos momentos.
Acá me permití otras licencias, además de la instrumentación, que fue jugar en la intro y en el intermedio cambiar la tonalidad de algún acorde, agregar un coro a partir de samplear mi propia voz, inventarle otra línea a esas partes pero manteniendo la estructura.
—¿Cuáles son las debilidades y fortalezas que encontraste en el camino? ¿Qué más podemos contarnos del proyecto solista?
—Debilidades, en este asunto del DIY (do it yourself) como le dicen, y al ser yo bastante caótica para trabajar, a veces me complico el camino. Pero bueno, en ese devenir surgen cosas inesperadas también, algunas quedan y otras se descartan. O quedan en stand by para algún otro futuro tema. Las fortalezas fueron que a pesar de todo este caos, justamente, pude llevar adelante mi obra, disfrutar de la exploración. Y hacer con los recursos que tenga a mano. Mi proyecto es solista, en el sentido de que son canciones mías. Solista pero no sola. Porque todo lo que es producción, lo vengo trabajando desde el vamos, bajo la guía de Sol Porro, que tiene un aporte valiosísimo y con quien también elaboramos algunos arreglos (no solo cuestiones técnicas).
Si bien por el momento no tengo banda, siempre me gusta compartir e invitar a alguien para que haga su aporte en algún tema. Desde el lugar más abierto posible. En Nocturno, por ejemplo, hay unas guitarras de Ramiro Bermúdez y cellos de mi hermano Miguel.
Por lo general hablamos de una idea que puedo llegar a tener, para que lado quisiera que vaya el asunto, pero siempre trabajo con gente con la cual tiene toda mi confianza y sus arreglos son libres. Después claro, se pueden modificar o ajustar a cuestiones técnicas, o de lo que pida la canción...
Es una ida y vuelta. Y el ajuste, el toque final, se lo terminamos de dar con Canki, en la mezcla y masterización, quien también es para mí alguien fundamental, con quien nos entendemos y venimos trabajando desde el primer momento.
—¿Por qué recomendarías su escucha?
—Porque son canciones que si bien suenan livianas, tienen un montón de sutilezas y les invito a que vayan descubriéndolas. Cada quien, se representará su propio paisaje. Es para un momento de entregarse a flotar.