Gángster llega a la escena local

La pieza teatral desembarca en una función única que tendrá lugar en Meridiano V.

La obra Gángster está protagonizada por Eleonora Gottlieb; Ernesto Kiare; Estanislao Pedernera; y Omar Musa, que dialogó con este multimedio para brindar los detalles de esta producción.

Por única vez, habrá una función especial en la Estación Provincial dentro del marco del Encuentro de Teatro Independiente La Barraca. La cita obligada tendrá lugar en la sala Lidia Sampallo, a las 20.

—¿Bajo qué contexto llega este proyecto a tus manos?

—Para nosotros el teatro es una actividad grupal, solidaria y solo puede llevarse adelante en un marco de cooperación. Llevamos 9 años como grupo, esta es nuestro quinto espectáculo y además en estos días se llevará adelante nuestro 4° Encuentro de Teatro Independiente. Hacia fines de 2019 estábamos reunidos con los integrantes de La Barraca: Eleonora Gottlieb, Pierina Luiz y yo, pensando qué material elegir para nuestro próximo proyecto. Veníamos de hacer una obra dramática: Estrella negra, de la autora uruguaya Adriana Genta, donde Eleonora transitaba la vida de una mujer de origen negro en Montevideo durante la guerra de la Independencia. Antes habíamos encarado Mariana Pineda de García Lorca, que también trataba de una heroína en lucha contra el poder reinante. Necesitábamos con todo nuestro corazón hacer una comedia, comenzamos a leer mucho aunque por ser conocidos de Daniel Dalmaroni de muchos años (compartimos ensayos y llevamos adelante un festival durante el proceso militar, nuestro teatro abierto) nos concentramos en buscar dentro de sus obras. Tarea nada fácil si uno ve todo lo que ha escrito Daniel, pero ahí nos mandamos a leer y elegir. Después de un tiempo nos pareció que Gángster reunía todas las condiciones que teníamos en la cabeza. Sobre todo carácter de género, la reivindicación de lo femenino, algo que nosotros mantuvimos en todas nuestras obras. La historia vista desde la perspectiva de la mujer. A su vez tiene un humor contagioso, pero que te lleva a tomar conciencia inmediata de la crítica social que esconde el texto. Y ahí está el toque distintivo de la obra, hecho habitual en la dramaturgia de Dalmaroni. Gangster desnuda la hipocresía y la violencia subyacente en una sociedad que se ve a sí misma como solidaria y no discriminante, en otro tiempo hubiéramos dicho como “derecha y humana”. Restaba entonces invitar a los actores que nos faltaban y quien dirija el espectáculo. Charlamos con Raúl Bongiorno para que se hiciera cargo de la puesta en escena y a Ernesto Kiare y Estanislao Pedernera para acompañarnos sobre el escenario. Entre medio surgió la pandemia y hubo que esperar más de un año para comenzar a ensayar, primero vía Zoom y luego su estreno en noviembre de 2021.

—¿De qué va tu personaje?

—Mi personaje, Percudani, es un gánster o malhechor, según la definición de época. Viudo, ya a punto de retirarse de la actividad delictiva, solo desea vivir en paz, jubilarse e ir a pasar sus últimos años cerca del mar. Es un tipo oscuro, sin ambiciones ya, pero que disfruta de su pequeña cuota de poder. Por lo demás cree hacer una vida normal, como cualquier otra persona. Su trabajo es rutinario y lo ejecuta sin pasión, Tiene un hobby en el que ocupa gran parte de su tiempo, la única actividad que disfruta, hacer barcos en botellas o, como la llaman algunos, la figura imposible.

—¿Cómo lo construiste?

—Mi forma de trabajar, una vez que identifico el conflicto, es sobre todo desde la interacción, en la relación con mis compañeros voy encontrando los elementos que me alimentan. Siempre parto del cuerpo para construir mis personajes ya que allí, donde la palabra aún no aparece, uno puede encontrar signos de verdad escénica. Luego el texto esconde o disimula lo que transitan los personajes. En el cuerpo aparece una energía determinada, una forma de caminar, de comunicarse, de enfrentar las situaciones que viven. En esa ida y vuelta con mis compañeros, en los intersticios que dejan las acciones o las palabras, aparece el personaje con todas sus contradicciones y angustias, deseos y necesidades. El humor sobreviene a pesar de lo trágico de la situación, por el ritmo, los quiebres y las actitudes miserables y egoístas de estos gánsters.

—¿Qué análisis realizás de la escena cultural actual?

—La escena cultural hoy está tratando de salir de la emergencia en que caímos con el inicio de la pandemia. Si bien la actividad cultural independiente vive en crisis, el parate suscitado por la cuarentena nos dejó sin respuestas. Salvo acciones aisladas no pudimos como bloque de artistas, decidir un camino a transitar y entonces la situación nos debilitó. Hay menos espectáculos en la cartelera y un dato a tener en cuenta, en el festival regional de teatro recientemente realizado, nuestra región perdió un cupo en la final, porque la cantidad de inscriptos fue menor a lo habitual. Se cerraron salas, cayeron espectáculos, hay menos grupos en escena, hay menos recursos para distribuir y, hasta hoy, la actividad oficial, tanto de la municipalidad como de la comedia provincial, es nula. Personalmente creo que los actores y músicos con actividad sostenida debimos pedir en su momento una ayuda igual a la que recibieron el resto de los trabajadores del país.

Una cita obligada

—¿Por qué recomendarías al público que concurra a la obra?

—Recomiendo Gángster porque tiene varios puntos que la hacen una obra atractiva. Un elenco divertido e inteligente, una puesta en escena atractiva y novedosa, un entorno de época (hablamos de los años sesenta y eso se refleja en el vestuario y los elementos de la escenografía, la música y el texto) y sobre todo porque desde el humor podemos tener una mirada crítica de nosotres mismos, de nuestra sociedad. Reír ayuda a comprender y rompe las barreras de la incomunicación. Gracias.

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