El sueño americano cuya historia llego al cine

Bajo la producción de Apple y la dirección de Kristin Gore y Damian Kulash se llevó a cabo la realización de la cinta La fiebre de los peluches Beanie.

Cuenta los detalles de la empresa de entretenimientos que creaba juguetes, siendo propiedad de Ty Warner en los años noventa. Los productos eran muñecos de peluche que tenían una edición limitada, se vendían en negocios físicos, pero también en mercados digitales que recién empezaban como modo de intercambio mercantil.

La dupla que se puso al hombro la responsabilidad de esta creación también tiene precedentes exitosos. El secreto de la fórmula empresarial de Warner fue un diseño innovador para unos muñecos en formato de animales hechos íntegramente de algodón y peluche, cuyos dibujos y confección eran realizados por especialistas que trabajaban en el formato de cadena de montaje. Además, tenían muy pocas unidades.

Vale mencionar que el hombre fundador de este negocio fue un visionario y supo usar la tecnología a su favor. Recordemos que, en el inicio de los años noventa, la tecnología daba sus primeros pasos en la evolución en Internet, salían las páginas web, entre otros.

De esta manera, el empresario daba su primer paso armando soportes en el universo digital donde exponía sus objetos a la venta para así expenderlos en una vidriera digital. También ofrecía su distribución en las plataformas.

A través de este relato, que se centra en el magnate, interpretado por Zach Galifianakis, y todas sus fortalezas dentro de la industria lúdica, avanza en la mirada de tres mujeres que fueron pilares dentro de la construcción de su éxito.

Primero aparece Robbie, que es interpretada por la reconocida Elizabeth Banks, que estuvo desde la fundación de los negocios y, además, sostuvieron un romance intenso. Por otro lado, en la cinta surge el personaje de Maya, cuyo rol lo lleva a cabo la intérprete Geraldine Viswanathan, que consigue innovar ubicando a la empresa en la red. Asimismo, Sheila (Sarah Snook) es una mujer divorciada con dos hijas y juntos intentan llevar adelante una familia. Todas las chicas serán traicionadas por este hombre al que supieron caracterizar como amable, seductor, pero codicioso y obsesivo.

A lo largo de su relato, el filme va cambiando la estética y las historias a través del tiempo y hace referencias históricas según el contexto social.

También pone sobre el tapete los conflictos judiciales, las luchas de género y la visibilidad de las causas.