entrevista
Esteban Lamothe: “Envidiosa tiene para mí lo bueno de las grandes novelas”
El talentoso actor se pone en la piel de Matías en la propuesta producida por Adrián Suar y protagonizada por Griselda Siciliani.
Envidiosa es la nueva serie de Netflix que llega hoy con 12 episodios y Esteban Lamothe en un rol clave. Con él hablamos sobre su vuelta a la ficción, el reencuentro con Griselda Siciliani y mucho más.
—¿Cómo fue el reencuentro en el set? Seguramente ustedes hablan y más, pero, ¿cómo fue volver a encontrarse en un set de televisión?
—Nos mandamos nuestros mensajitos. Tenemos un grupo ahí, que hay otros amigos y amigas también. Ella había venido a verme al teatro, después fui yo. Yo no fui a ver una obra de ella. Me siento muy mal por eso. Le pido perdón públicamente. Pero después fui a ver la genialidad que hace ahora, en este momento, Felicidades, que no necesito decir nada porque está todo agotado, no hay entradas, o sea, ni la nombro. Y el encuentro estuvo buenísimo. Habíamos hecho Farsantes, después hicimos Educando a Nina, pero hace un montón de años que no trabajábamos juntos y teníamos muchas ganas. Yo tenía muchas ganas de trabajar con ella. Siento que también hay una química entre nosotros, porque nos queremos, somos amigos y nos gusta actuar juntos, era como medio perfecto. Y es mínimamente arrogante lo que voy a decir, pequeñamente arrogante, pero sentíamos que podíamos agregarle cosas a lo que ya había. Esforzándonos. A veces leés la escena, la haces como está y te vas a tu casa porque te pagan para eso. Pero, de hecho, antes ya estábamos para eso. Los mensajes eran un trabajo previo que ya estábamos haciendo nosotros sin que nadie nos lo pida ni nada, por el puro deseo, por las puras ganas de hacer.
—¿A qué cosas le tienen envidia?
—Yo envidio a los deportistas porque me gusta mucho el deporte. Me fascina. Digo, ¿cómo no salté como saltan estos chabones? ¿Cómo no me enseñaron a dar esa pirueta? Yo envidio a la gente que no mira tanto el teléfono como yo, o que no mira tanto el Instagram. Si lo miro tres horas, dos horas, cincuenta y cinco, lo miro al pedo. Estoy mirando nada, sin objetivo. Sin ningún objetivo y solo por adicción. Es donde veo claramente, ah, es una adicción. Estoy viendo las historias de una persona que no me importa. Están en la pileta, están en un cumpleaños, tuvieron un hijo y, sin embargo, ahí estoy, pensando, sacando cuentas de qué es de esa gente, por ahí si tiene plata, si están allá, si están enfermos.
—¿Por qué hay que ver Envidiosa?
—Creo que viene a ocupar un lugar que está un poquito vacío en estos tiempos, la ausencia de las novelas. Esto es una serie, no es una novela, pero tiene para mí lo bueno de las grandes novelas, buenas que hubo en los últimos 15 o 20 años, que fueron muchas, pero con la calidad del cine, con la calidad de una serie, con una factura técnica, y con tiempo, digo actoral. No lo digo por los buenos actores que somos, sino porque tuvimos tiempo de prepararnos para hacer una. Es un casting increíble, la verdad. Un casting tremendo.