Ghislaine Maxwell, de millonaria e influencer a depredadora sexual
Diario Hoy recuerda la oscura historia de la empresaria nacida en Francia, quien fue condenada por tráfico sexual de menores.
Nacida en el seno de una familia selecta y acomodada, Ghislaine Maxwell creció y fue educada en las mejores instituciones: se consagró como universitaria y realizó un posgrado en negocios. Centrada en un clan repleto de privilegios y con un apellido burgués, la mujer se codeó con la élite europea y norteamericana al comenzar a trabajar en empresas de servicios, bienes raíces e inversiones.
Integró grupos de artistas, inversionistas e influencers hasta convertirse en una más, lo que la llevó a participar de fiestas, eventos sociales y organizaciones. Además se centró en labores filantrópicas para activar acciones de beneficencia con los famosos.
Fue en ese contexto que conoció a un colega llamado Jeffrey Epstein otra estrella en ascenso. Si bien la atracción fue inmediata, tardaron en comenzar a salir. Una vez que lo hicieron pasaron por el altar y se consagraron como un matrimonio de mediáticos y empresarios que invertían en bienes y empresas en Estados Unidos y el viejo continente. Su grupo íntimo estaba conformado por nombres de la realeza, la política o el arte.
La mujer inglesa comenzó a contratar jóvenes para que ejercieran pasantías en sus proyectos. Ellas la acompañaban durante sus viajes alrededor del mundo en las mentadas acciones solidarias. En este contexto, las adolescentes sufrieron abusos sexuales, y eran utilizadas como carnada para que este matrimonio diera rienda suelta a su perversión.
Con el paso de los años, las chicas crecieron y se animaron a realizar las denuncias. Sin embargo, en plena época de conquistas de género, el poder actuó de mala manera y solo pudieron demorar a Epstein por unos días; cumplió una condena de meses por comportamiento inadecuado.
Las demandas y las pruebas iban acumulándose, pero la Justicia miraba hacia otro lado. Con la ayuda de unos policías nuevos que asumieron el caso, más la suma de otros testimonios, el empresario fue juzgado, detenido y, mientras cumplía su condena, fue encontrado muerto en una celda.
Ghislaine estaba en la mira debido a que era la apoderada del empresario y ahora tenía que responder por su participación en estos crímenes.
Cabe recordar que la mujer estaba por fuera de los escándalos luego del fallecimiento de su padre, que fue acusado por fraude.
Finalmente, tanto los testimonios como las pruebas validaron las acusaciones, por lo que ella fue encontrada culpable y deberá comparecer por veinte años en prisión. Las seis demandantes se presentaron por haber sido víctimas de tráfico infantil y abuso sexual.