Hugo Arana: “Mi contacto con el teatro fue amor a primera vista”

El reconocido actor llegará mañana a la ciudad con Todas las rayuelas, una exitosa pieza teatral que se presentará de forma gratuita

Del otro lado del teléfono, con una voz rasposa y grave, responde Hugo Arana. El actor estará mañana en La Plata con Todas las rayuelas, una obra teatral escrita por Carlos La Casa que estrenó durante el verano y se convirtió en un verdadero acontecimiento ya que había resultado ganadora de la tercera edición del concurso anual que organizan los empresarios teatrales, el sindicato de actores, y la asociación de autores que estimulan las puestas locales.

La pieza, que se presenta en el marco del festival provincial AcercArte en el Teatro Municipal Coliseo Podestá (10 nº 733 entre 46 y 47) con entrada libre y gratuita, tiene como trasfondo la última dictadura cívico-militar. Está encabezada por Arana, que interpreta a un hombre que vuelve del exilio, y Esteban Meloni, que hace del policía que intercepta al recién llegado en la aduana cuando quiere ingresar con una valija llena de distintos ejemplares de la célebre novela de Julio Cortázar que da título a la obra, algo que resulta sospechoso. El elenco se completa con las actuaciones de Paula Ransenberg, Daniel Dibiase y Heidi Fauth.

“Estuvimos en Bahía Blanca y en General Lavalle y nos convocaron para formar parte de este evento que me parece algo maravilloso para que la gente pueda tener acceso a un área de la cultura como el teatro que sigue siendo uno de los pocos espacios de reflexión que quedan”, afirmó el actor.

En una charla íntima con diario Hoy, Hugo reflexionó sobre la actuación y recordó sus comienzos en el mundo del teatro cuando anhelaba ser una estrella de la gran pantalla. Además, habló sobre su salud y las falsas noticias que se repiten anunciando su muerte.

—Actualmente, ¿decidís volcarte al espacio teatral?

—A mí me da por volcarme al cuento que estamos contando. En general pienso que la radio, el cine, la televisión y el teatro son medios de transporte (risas). Transportan mercaderías que son cuentos y eso es lo importante. El teatro, sin ninguna duda, es la cocina en donde el cocinero puede hacer un buen oficio.

—¿Qué “cuentos” te invitan a subirte arriba del escenario?

—Generalmente busco que la propuesta adhiera en algún lugar donde sienta la necesidad de recorrerla, y a veces la necesidad es subjetiva. Tiene que ver con las preguntas que uno se hace, con lo que ese material le genere, la incógnita, algo a revelar o recorrer. Es muy difícil enamorarse de lo que uno ya sabe o cree que sabe. Es atractivo el misterio.

—Empezaste en la actuación siendo muy joven y desarrollaste una carrera sumamente exitosa. ¿Sigue viva en vos esa inquietud con la que comenzaste?

—Absolutamente. Yo empecé a estudiar teatro para ser actor de cine. Nunca había visto teatro en mi vida y cuando cumplí 22 años me regalé la inscripción a un instituto y empecé a descubrir este mundo. Mi contacto con el teatro fue amor a primera vista, a los tres meses de estar allí dije: De acá no me saca nadie. Era algo nuevo en mi vida y nunca lo dejé ni dudé en hacerlo. Siento que la actuación me permite seguir jugando como un niño. Siento que entré en un baile que elegí y quiero seguir bailando.

—Y en cuanto a la televisión, ¿cuál es el atractivo que encontrás en comparación con el teatro?

—Tiene un matiz que es muy difícil de explicar con palabras. En el teatro muchas veces vos estás actuando para gente que está en una pullman entonces tenés que hacer llegar el mensaje hasta ahí. En la televisión, en cambio, tenés una cámara que te pone en primer plano y hay muchas sutilezas que manejar en cuando a lo actoral, tiene muchos matices. Yo trato de ser verosímil, que se crea lo que estoy contando. 

—Hemos escuchado y leído sobre tu muerte muchas veces, ¿qué opinás de eso?

—En alguna nota dije que en verdad estaba muy angustiado, triste porque ahora me hice creyente de que me alargaron la vida. Seguramente me muera a los 121 años infartado jugando un partido de fútbol y nadie lo va a creer. Eso es lo que me angustia. Incluso le he ofrecido ayuda a la gente que publica esas cosas, porque no debe estar muy feliz en su vida. Me duele que se hablen estas cosas, aunque me va a tocar irme de gira como a todos . Quien necesita inventar eso muy bien no debe estar, sus placeres deben estar vedados.

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