Jamie Spears espiaba a su hija

Desde su lanzamiento como una estrella del pop, Britney Spears triunfó para siempre y así se consagró como una diva. Sin embargo, el éxito atrajo consigo excesos y un estrés severo que la llevó a caer en el peor de los infiernos. Sucedió que tras el lanzamiento de discos, los conciertos alrededor del mundo, un matrimonio fallido la bienvenida de dos hijos pequeños, la mujer entró a un centro de rehabilitación por padecer una adicción a las drogas y el alcohol, además de sufrir una enfermedad psiquiátrica. Allí fue tratada y considerada incapaz por lo que su papá, Jamie, se hizo cargo de su curatela y la administración de sus bienes.

Con el paso del tiempo, la diva perdió todas sus habilidades independientes, debiéndose remitir a pedir cada cosa que deseaba consumir o acción a realizar. En este momento comenzó a estar un poco mejor y retomó la conciencia sobre sí misma. Así pudo retomar las riendas de su profesión hasta el corriente que determinó que no volverá a los escenarios pues quiere lograr su independencia para vivir su existencia lejos de la judicialización de su persona y la administración de sus bienes por parte de su familia. Hasta el momento está ganando los litigios y su papá aceptó correrse a un costado. Asimismo, la cantante quiere casarse con su actual novio y vivir lejos del escarnio público.

La paz está lejos de llegar, pues ahora se supo que su papá contrató a una empresa especialista en sistemas de información y seguridad para que instalara la tecnología necesaria en la intimidad del hogar de Britney y así estar al tanto de cada uno de sus pasos. De esta manera, el responsable de su vigilia tenía acceso a las grabaciones telefónicas que ella tenía con su prometido, a las charlas íntimas con sus hijos o a los consumos que solía realizar mientras navegaba en sus redes sociales o el universo digital.

La buena nueva para la cantante está dada porque su novio le dio un anillo de compromiso, están por firmar un acuerdo prenupcial que divida los bienes y en el año entrante pasarán por el altar en una ceremonia íntima en las playas de Malibú.