La guerra de los Roses reversionada por Angelina Jolie y Brad Pitt

Tras un pacto de paz, los artistas volvieron a enfrentarse por décima vez en la Corte por la dificultad de lograr acuerdos parentales.

Durante 10 años, Brad Pitt mantuvieron un matrimonio feliz y fundaron una familia con seis hijos. Sin em­bargo, los roces entre ellos llegaron para quedarse y el divorcio fue el paso inminente. Además se agregaron los problemas con el alcohol que el actor poseía por aquél entonces.

Una vez que la separación fue un hecho, los artistas solicitaron el divorcio e iniciaron la respectiva mudanza.

Ella se instaló junto a los herederos, mientras que él se mudó a una casa en las afueras de Estados Unidos.

En ese contexto, se dio lugar a una batalla legal por la custodia de los hijos que aún perdura hasta la actualidad. Con el correr del tiempo, no han llegado a consensuar esta temática y es común que termine dirimiéndola ante los Tribunales.

Para este fin de año, Brad pasará los días con sus hijos biológicos John; Vivienne y Knox mientras que Angelina estará junto a Maddox, Pax, y Zahara, adoptados por la pareja en Etiopía.

Así parecía existir un manto de paz, pero fue solo una ilusión. Ante la disputa por la custodia, la actriz reveló declaraciones públicas donde insinuó que los abogados de su exesposo mantienen una relación amistosa con el juez a cargo de la causa.

Con perseverancia, la mujer desea residir en el extranjero, más precisamente en Reino Unido, Inglaterra, para que los niños estudien allí.

Deberá esperar hasta que cumplan 18 años, pues Pitt no está de acuerdo y pretende radicarse en California, Estados Unidos.
Ahora, al no haber una sentencia firme en el juzgado, la familia de seis hijos continuará separada. Es decir, los niños vivirán con Angelina, que tiene la custodia permanente, mientras que Brad disfrutará tan solo de las visitas parentales por temporada.

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