María Alché y Benjamín Naishtat realizarán un taller en el 5° FICER

La actividad es gratuita con cupos limitados.

Los reconocidos cineastas María Alché (Familia sumergida) y Benjamín Naishtat (Historia del miedo, Rojo, El movimiento) ofrecerán un taller intensivo en el marco del Festival Internacional de Cine de Entre Ríos (FICER) titulado Imaginación y territorio: el cine que aparece, en el que los participantes podrán desarrollar una mirada personal sobre el cine, la actuación y la puesta en escena. La actividad es gratuita con cupos limitados.

Ambos realizadores codirigieron Puan, largometraje que compite por la Concha de Oro en el próximo Festival Internacional de Cine de San Sebastián. Además, Alché integra el jurado de la Sección Cine Nacional del Festival, organizado por la Secretaría de Cultura de Entre Ríos. El taller, que tiene cupos limitados y requiere inscripción previa, se desarrollará en dos encuentros, el viernes 8 y el sábado 9 de septiembre de 9.30 a 13.30, en la Sala Rubén Noble del Instituto Autárquico Audiovisual de Entre Ríos. Está pensado para realizadores, actrices, actores, técnicos audiovisuales y público cinéfilo con ganas de tener una experiencia de formación atípica, según indicó Naishtat.

Por su parte, Alché señaló: “La idea es que sea un espacio de reflexión sobre cine y también de pruebas, entender de dónde puede surgir una idea cinematográfica, reconocer los elementos que están a la vuelta y pueden disparar narraciones”. La primera jornada estará dedicada al análisis, el guion y la puesta en escena; la segunda tendrá foco en la actuación, y se compartirán herramientas desde el punto de vista del cuerpo, las voces y los diálogos. “La premisa de desarrollar una mirada personal significa tomar conciencia de que mirar es algo relevante ―describió Naishtat, es descubrir el mundo y la experiencia humana, y el cine es la prueba viva de eso”.

Para María, todos tienen la posibilidad de encontrar su propia mirada. “Qué observo, cómo observo, qué cosas me dan curiosidad y cómo las conecto con otras es algo que requiere entrenamiento y reflexión”, agregó. ¿Cómo fueron concibiendo Alché y Naishtat sus propios modos de ver? “En mi caso personal, el cine fue primero, como espectador, una forma de viajar, de vivir todo tipo de experiencias. Es un dispositivo que nos permite salir, aunque sea por un momento, de nosotros mismos, lo cual puede ser un camino de revelaciones”, confesó Benjamín. “Como cineasta, es sin duda una forma de investigar todo aquello que me resulta misterioso y fascinante: las emociones humanas, la historia de nuestro país, las relaciones de clase, el amor, la risa, el miedo. Al mismo tiempo, está claro que es, para una mayoría de personas, un entretenimiento, y también me resulta interesante el desafío de que esas investigaciones deban ser divertidas, entretenidas”, agregó.

María comentó que comenzó dedicándose a la actuación participando de un grupo barrial. “Mi experiencia tuvo que ver primero con el hacer, con esa creación en grupo, y con encontrar ese procedimiento muy atractivo. Después descubrí que un rodaje tenía algo de esa misma forma de creación colectiva y a la vez superespecífica, que permitía investigar en distintos campos: la observación documental, la historia, las letras, la filosofía, la poesía, la plástica, la música”, detalló. Definió al cine como un arte desafiante y misterioso, en el que siempre está todo por aprenderse. “A su vez, como espectadora, las películas tienen una capacidad a veces más grande que la vida de hacerme comprender algo del mundo o de mí misma, y eso me resulta fascinante”, concluyó.

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