entrevista

Nacha Guevara: “Adoro hacer cine”

Una de las grandes artistas de la cultura argentina de todos los tiempos estuvo presente en el homenaje a una gran productora cinematográfica, y reflexionó sobre su relación con este mundo.

Nacha Guevara brilla en el Teatro Astros de CABA con Nacha en pijama, que en breve termina con gran éxito su temporada. Sobre este show, que marcó su retorno a los escenarios porteños, diario Hoy habló con ella en exclusiva, en el marco de la celebración de los 90 años de Argentina Sono Film, los míticos estudios cinematográficos argentinos, que reunió en MALBA a figuras claves de su historia.

En Nacha en pijama, con una energía deslumbrante y una impresionante puesta en escena, Nacha brinda una celebración musical en la que ella misma es la protagonista. Esta destacada artista argentina ha escrito ingeniosamente una historia en la que se relatan las peripecias de una mujer sola que, durante más de dos años, ha intentado celebrar su cumpleaños número 80 en medio de la pandemia. Este espectáculo es una amalgama de humor y nostalgia, en la que la comedia y la tragedia conviven en un virtuoso ejercicio de actuación que siempre ha sido el sello distintivo de Nacha.

—¿Qué significa el cine para vos, para tu vida?

—Bastante, porque mi primer contacto con lo cultural y lo artístico lo tuve con el cine, desde muy niña. Mi madre me llevaba todos los martes, en Mar del Plata, al cine Atlantic (risas) y ahí daban varias películas, no era una sola, así que tuve la dicha de absorber el mejor cine, el de esa época, el de los 40 o 50, de niña. Y me marcó mucho en mi estética, en mi gusto, en mi formación. Porque a esa edad me tocó por suerte ver cosas muy bien hechas, grandes actuaciones, personas hermosas; es el momento de gloria del cine.

—Y cuando te tocó a vos hacer cine, con todo ese bagaje, todo lo que habías visto, ¿cómo fue encontrarte en el set, con las cámaras, con todo?

—Yo venía ya del teatro, entonces fue un gran paso porque es algo muy distinto. Adoro hacer cine, pero es completamente diferente, hay que cambiar todo, no solo la manera de actuar, que no es tanto, sino entender dónde está la magia, porque en el teatro aparece más rápido, pero en el cine la tenés que descubrir.

—Claro, y además hay que esperar mucho para poder ser parte, los tiempos de espera son muy largos…

—Hay que esperar porque el cine se revela a medida que lo vas haciendo, no entendés dónde estás metido, porque solo el director lo tiene en la cabeza, algunas veces (risas), y uno es parte de un rompecabezas.

—Porque en el guion solo tenés tu parte…

—Y en algún momento esa parte encaja en lo demás, y ese es el momento mágico, cuando uno está haciéndola.

—¿Cómo estás viviendo el éxito de Nacha en pijama?

—Bien, la verdad que bien, pero ya termina ahora, porque era una temporada de diez semanas; la extendimos una más, pero no se puede más porque vienen otros shows y viene José Sacristán.

—¿La idea es volver en algún momento con este espectáculo?

—A lo mejor en algún momento, no sé. Por ahí quiero hacer otras cosas (risas).

Nacha Guevara, en el cine y la TV

El paso por el cine de la gran Nacha Guevara no ha sido inadvertido, habiendo trabajado con realizadores claves de nuestra filmografía como María Luisa Bemberg, Raúl de la Torre, Eliseo Subiela y Rodolfo Khun, entre otros. Su primera participación en la pantalla grande fue en la comedia Cómo seducir a una mujer, de 1967, una disparatada historia en la que también participaron Ricardo Espalter, Estela Molly, Norman Brisky y Héctor Alterio. Luego encarnaría a una cantante en ¡Ufa con el sexo!, a una presentadora en El extraño de pelo largo y a ella misma en Nacha Guevara, la película. En 1986 tendría un rol clave en Miss Mary, de Bemberg, junto a Julie Christie y Luisina Brando, película que narra cómo una familia de clase acomodada desatiende señales que, inevitablemente, responden a un cambio de época y paradigma. Cuatro caras para Victoria, Fusilamiento y Funes, un gran amor seguirían cronológicamente hasta que en El lado oscuro del corazón, de Eliseo Subiela, encarnó a la muerte, rol que volvería a interpretar en su secuela. Su última participación cinematográfica fue en la fallida Los bastardos, en la que encarna a una mujer poderosa en medio de un relato de trazos gruesos. En televisión, fuera de la ficción, participó de programas como Bailando por un sueño, El artista del año y Cantando 2020, pero su hito en el viejo ATC fue Me gusta ser mujer, un programa con mensajes para las mujeres, que las invitaban a su autorrealización. Las ficciones Los machos, Alas, poder y pasión, Disputas, Padre Coraje, Sangre fría, Mujeres asesinas (con una interpretación única como Yiya Murano), El tiempo no para, La dueña y Morir de amor demostraron su ductilidad, talento, profesionalismo y carisma.

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