Nancy Anka: “Amo estar sobre los escenarios”

Curiosa e inquieta desde su temprana niñez, Nancy Anka sintió amor por la actuación, se desenvolvió como primera figura en los actos escolares. Además, fue convocada para ser la protagonista de la comedia musical Annie, un clásico infantil de todos los tiempos.

Tras este éxito, obtuvo pequeños roles en producciones televisivas como Chicas y chicos, Polenta y los copiones, entre otros.

Sin embargo, la propuesta que cambiaría para siempre su vida fue el estreno de ¡Grande, pa!, una comedia familiar en la que Arturo Puig interpretaba a un viudo con tres hijas en plena etapa de crecimiento. Este incorpora a María Leal como su mano derecha para que colabore en la crianza. En el transcurso de la ficción, el hombre adoptaría a una cuarta integrante (Agustina Cherri).

Allí, Nancy Anka encarnó a la mayor de “Las chancle” y saltó a la popularidad con un rol protagónico, que aún perdura en el colectivo imaginario.

Asimismo, mientras se desarrollaba la producción, la artista compuso las melodías y escribió las letras de sus canciones que luego se plasmarían en los dos discos de estudio que tiene en su haber.

En una charla con diario Hoy, la también cantante rememoró los cuatro años de trabajo en el unitario como también reflexionó sobre su carrera en la música. También confirmó que los integrantes de la novela son “como familia”, y aún se mantienen en contacto.

—Empezaste desde muy chica tu carrera en los medios de comunicación, ¿cómo viviste la exposición? ¿Y la experiencia de ¡Grande, pa!?

—Durante los 80, precisamente a mis 11 años trabajé en Annie, una comedia musical e inicié la carrera en la TV. Asimismo, en los 90 entré a ¡Grande, pa!, cambió la pantalla chica y el concepto del oficio. Siempre tuve la compañía y el apoyo eterno de mi familia porque me sostuvieron y mantuvieron con los pies sobre la tierra para sobrellevar la dinámica mediática que había en ese momento. Sobre el éxito de la comedia familiar debo decir que fue muy divertido vivir ese desafío. Además, fue la gran causa para la continuidad de mi profesión.

—Al finalizar ese inolvidable éxito televisivo, ¿sentiste un vacío?

—Para nada, no hubo vacío alguno porque continué trabajando y haciendo música. También sucede que tengo un espíritu inquieto por lo cual no hay lugar para el vacío.

—Si tuvieras que elegir entre la actuación o la música, ¿cuál priorizás?

—No puedo elegir entre una u otra porque estoy conformada por las dos. Amo estar arriba del escenario ya sea actuando o cantando, o ambas al mismo tiempo.

—Durante un buen tiempo, te abocaste a las producciones infantiles, ¿es un segmento
difícil?

—Llegaron como parte de mi profesión como actriz y cantante. Es un público exigente y es por ello que significa un gran desafío. Fueron años lindos, divertidos con giras por todo el país, espectáculos con buena producción y repletos de contenidos con valores.

Pandemia, vínculos y conquistas

—¿De qué manera vivís el confinamiento?

—Es un momento difícil a nivel mundial. Trato de llevarlo con calma, paciencia, calma y compresión. Tengo la buena fortuna de vivir de rentas, lo que me permite sostener a mi familia, y la casa.

—Antes de que el mundo parara, ¿en qué proyectos estabas?

—Quedaron propuestas pendientes relacionadas con el teatro y la música.

—¿Compartís experiencias artísticas con tu hija Sofía?

—Ocurren puertas adentro porque Sofía aún no se subió a un escenario profesional. Nuestras experiencias son en la vida porque el vínculo que compartimos es hermoso, ella es un hermoso ser humano.

—En un contexto de batallas y conquistas de género, ¿cuál es tu postura como mujer y artista?

—Durante toda mi vida, me he parado desde en el lugar de la dignidad. Mi lucha por los derechos la ejerzo desde los 15 años. Pertenezco a una generación con aristas machistas, trabajo como artista desde muy chica así que la dignidad siempre fue mi plataforma.