Entrevista exclusiva

Pablo Alborán: “La clave es no estar pendiente de que todo sea un éxito”

El exitoso intérprete compuso, por primera vez, una canción para un programa de televisión, y sobre eso habló con diario Hoy en exclusiva.

El año empezó con mucha fuerza para Pablo Alborán, ya que el artista español no solo se prepara para salir de gira por su país, con más de 40.000 entradas vendidas en menos de 24 horas, sino que disfruta del éxito de su nuevo single Castillos de arena, compuesto y escrito para La 1-5/18: somos uno. Para conocer detalles de la melodía que acompaña la historia de amor entre Lola (Agustina Cherri) y Lorenzo (Esteban Lamothe) todas las noches en la pantalla del Trece y sus comienzos en la música, diario Hoy dialogó en exclusiva con el artista.

—¿Cuándo supiste que querías dedicarte a la música?

—Yo creo que lo he sabido siempre, no ha habido un día que dijera “hoy, a partir de ahora quiero ser esto”, es algo que no lo puedes evitar, es como respirar, lo haces sin querer. Sí recuerdo intentar evitarlo, estudiar otra carrera, algo que me transmitiera más seguridad, porque en la música en el comienzo puedes tener suerte o no tenerla. Recuerdo perfectamente cómo tenía la sensación de embarcarme de lleno a lo que quería hacer, pero lo he sabido desde siempre, desde pequeño.

—¿Cuáles fueron esas cosas que hiciste para evitar la música?

—Empecé a estudiar publicidad, periodismo, recuerdo que mientras enviaba mis maquetas, me presentaba a concursos, subía mis canciones a las redes. Tenía que estudiar, sobre todo por el miedo a que nadie me abriera las puertas y tener un plan B, pero es imposible estar concentrado en lo que uno no quiere hacer, es difícil, es muy complicado, o al menos no se hace de la misma manera, y hasta que no lo intenté y no puse toda la carne en el asador, no paré.

—Comenzaste en una época en donde las redes y sitios como Myspace o YouTube te sirvieron para dar el puntapié inicial, pero ¿cómo fue ingresar realmente en la industria musical? ¿Qué consejo le podés dar a alguien que quiere seguir tus pasos?

—Yo no soy nadie para dar consejos, pero creo que lo que hay que hacer es prepararse. Antes era difícil, pero ahora también, porque todo el mundo está en las redes, todo el mundo canta, baila, actúa, hay contenido constante y muchas distracciones. Creo que para el que quiera presentar ahora una canción es más difícil aún, pero cuanto más preparación, estudio, formación y paciencia tengas, por un lado o por otro saldrá, las herramientas, redes, radio, televisión, estudios, concursos. Escribe tus canciones, toca tus canciones, toca todos los instrumentos que puedas. No sé cuál es el camino exacto, pero sé que estas son las herramientas.

—Estás preparándote para salir de gira por toda España, que ojalá te traiga a la Argentina, ¿cómo vivís la previa?

—Habíamos hecho una gira pequeña, con mucha producción, pero decidimos detenerla, y ahora es un momento muy lindo porque he redescubierto muchas de mis canciones, tocándolas todos los días con piano y guitarra, preparando una gira muy especial. Estarán mis músicos, pero en la primera etapa estaré solo, quiero estar cerca de un público que no ha dejado de estar cerca, era el momento de hacerlo.

—Tras contar tu vida personal hace dos años, ¿las canciones se resignificaron también en otro sentido?

—Ha sido más el tiempo, porque algunas las escribí hace 12 años, y me pongo a pensar qué me pasó, porque nunca he sufrido tanto, y hay otras que musicalmente las he intentado ­rearmonizar, enriqueciendo la parte musical. Volví a estudiar piano, guitarra, preparar la gira desde sus cimientos, y eso también me ayudó a volver a escribir, llevaba mucho tiempo sin hacerlo, con falta de inspiración, y como decía Pablo Picasso, que la inspiración te encuentre trabajando.

—Has colaborado en duetos con varios artistas, ¿tenés alguno con el que sueñes trabajar?

—Yo sueño mucho, hace tiempo decía que quería hacer algo con Chris Martin, y salió, porque mis influencias musicales vienen de él, de Coldplay, de John Mayer, Jacob Koller, que es un pianista, compositor y cantante de jazz que me vuelve loco, pasando por Maro, que es una cantante portuguesa que hemos hecho algo pero me encantaría componer con ella. Hace poco he estado hablando con Cecilia Krull, que canta la canción de La casa de papel, para poder escribir juntos. No sé, hay muchos, con Tini me gustaría, no tuvimos aún la oportunidad de materializar lo que queríamos hacer. Y muchos más.

Un hit instantáneo

Cada noche suena la épica melodía que Pablo Alborán creó para la telenovela que ya es un éxito en la televisión argentina.

—Estás presentando Castillos de arena, que es parte de La 1-5/18: somos uno. ¿Cómo se piensa una canción en un contexto, entonces, con tanta competencia? ¿Se sigue siendo fiel a las raíces, se escucha a los productores? ¿Cómo se genera un hit?

—Sin querer que sea un hit, la clave ahora es no estar pendiente de que todo sea un éxito, nunca sabes qué puede ser un éxito y qué no. La emoción es un objetivo, jamás podría presentar algo que no me emocionara a mí, que me haga “cosquillitas” en un lugar, creo que eso es fundamental para emocionar a alguien, aunque sea una, tres o 30.000 personas. Acá me pidieron que escribiera sobre un amor imposible.

—¿No te dieron pistas de que era el amor entre un sacerdote y una mujer?

—Había visto algo, el teaser, y vi que había acción, calle, amor, un poco de todo, entonces sabía que tenía que tener un tinte épico, una parte electrónica medio trapera percusiva y luego tener romanticismo y no dejar de luchar por ese amor y no perder la esperanza. A partir de ahí la empecé a desarrollar, y siempre intento que en mis canciones haya sencillez en las palabras para llegar a todo el mundo, entonces me puso muy feliz que quedara finalmente.

—Hablás de la sencillez de las palabras, y en un momento dice “con el mundo apagado y la piel encendida”, ¿cómo surgió esa idea tan potente?

—Esa sensación de que cuando hay silencio es cuando más ruido hay, y cuando todo el mundo duerme, o nadie mira, es cuando esa pareja más se quiere. Me imaginé esa situación, además de los actos repetitivos por los que uno nunca deja de luchar, el hecho de hacer un castillo de arena una y otra vez, sabiendo que viene la ola, no dejas de hacerlo, de intentarlo, no queremos morirnos, dejar de vivir, de amar, de sonreír, de pasarla bien, es un intento constante.

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