Paola Barrientos y Violeta Urtizberea revelan detalles de Casi muerta

La dupla acompaña a Natalia Oreiro en la película nacional que llegó esta semana a los cines con dosis exactas de humor negro y comedia.

Paola Barrientos y Violeta Urtizberea son parte de Casi muerta, la nueva película de Fernán Mirás como director que tiene como protagonista a Natalia Oreiro en el rol de María, una mujer a la que le queda un mes de vida. En Casi muerta, María no está sola, tiene un grupo de amigos que siempre la han sabido acompañar y, en silencio, un gran amor le disparará algunas ideas para esos pocos días que tiene por delante.

Con un sentido del humor negro, muy negro, la película se anima a transitar zonas poco recorridas por el cine argentino, que tal vez sí desde la comedia, supo hacer de la muerte y todo su universo, una posibilidad para hablar de muchas otras cosas.

Una sociedad que se ha transformado de acuerdo a búsquedas de igualdad de género y empoderamiento, debe tener discursos y entretenimientos que dialoguen de una manera correcta con ella, y Casi muerta, independientemente de su explosivo leitmotiv, reflexiona y se detiene, deliberadamente, para acercar una historia que reúne muchas inquietudes grupales.

Oreiro se ofrece plenamente, una vez más, a su interpretación, secundada por Diego Velázquez, Urtizberea, Ariel Staltari, Alberto Ajaka y Barrientos, que de la mano de Mirás permiten disfrutar, a la usanza europea, de una película de “actores”, en un relato que abraza a la protagonista pero que permite el lucimiento de cada uno de los intérpretes. Diario Hoy dialogó con Urtizberea y Ba­rrientos para saber detalles de sus roles y qué harían si reciben la misma noticia que el personaje central de la película.

—Si les quedara un mes de vida, como a la protagonista, ¿qué es lo primero que pensarían en hacer?

—Violeta Urtizberea: Llorar. Qué difícil, ¿no? Qué duro.

—Pero en plan disfrute, pensemos. Yo entiendo, es feo, obviamente, es muy feo...

—Paola Barrientos: Empecemos de nuevo (risas). Whisky... No, yo me podría ir un mes a la isla con mi familia, una linda casita en la isla, invitar amigos para que vengan y se tomen la lancha de vuelta después.

—Un ratito y chau...

—PB: Claro, mi familia ahí rodeada de amigos y en la isla, que siento que es un espacio que me hace bien.

—VU: No puedo conectar con algo lindo si me dicen que me queda un mes de vida. Sí, estar con muchos amigos me parece un buen plan, sin duda. Que me hagan reír, y mi familia, por supuesto.

—PB: Más o menos lo que hicimos con la protagonista.

—VU: Es que me parece que es lo mejor, mis padres pienso que no me van a ayudar mucho, amigos, y alcohol, esas cosas.

—Hablando de amigos, justamente la película habla de un grupo de amigos ahí tratando de ayudar a esta persona que recibe una noticia complicada. Pero quería saber un poco, ¿cómo es trabajar con amigos o cómo fue trabajar el rodaje de la película siendo que fue una de las primeras películas que se filmaron pospandemia? ¿Fueron como un grupo medio cerrado ahí ­trabajando?

—PB: Trabajar con Fernán, es la segunda peli que hago con él, y es un placer enorme, porque es muy dulce, muy sensible, porque piensa mucho en el trabajo antes de arrancar a filmar y además es un actor y le interesa la actuación, entonces la búsqueda de la situación dramática, de la situación de las escenas, está muy trabajada y muy pensada con los actores. Y eso, para mí, vale doble. No es ir a resolver una escena, sino que es ir a buscarla.

—VU: Sí, totalmente, sí. Y es muy trabajador Fernán. Una pasión por el trabajo excesiva por momentos, esta película yo lo vi como todo lo que le puso su tiempo, su corazón, su cabeza y entonces la hizo así con mucha pasión y eso se transmitía, eso mismo que dice, cada escena está super pensada y él tiene siempre una idea para darte a nivel actoral que te saca un poco de lo que quizás vos harías.

—PB: A los lugares comunes que uno como actor entra, Fernán siempre te cruza con alguna cosa y te dice: “A ver, es una pruebita de algo diferente”.

—VU: Y después trabajar con amigos para mí cada vez es un poco más lo que es necesario. Ya casi no me interesa nada más que poder divertirme, pasarla bien es fundamental.

—PB: Sí, con amigos que compartís códigos, que te entendés de un modo muy simple y que le da sentido a todo lo que hacés.

—¿Por qué hay que ver Casi muerta en los cines el día del estreno, obviamente, y la primera semana?

—PB: La primera semana es muy importante, siempre, ver todas las películas de cine nacional, porque son muy pocas chances las que tiene el cine nacional de subsistir en los cines cuando en la primera semana no van corriendo desesperados a sacar las entradas.

—VU: Y después, a mí me parece que es una película muy particular, como que no, yo no he visto una película así, por lo menos acá en Argentina. Tiene mucho humor negro, que en general nosotros somos un poquitito más pacatos con eso, sobre todo en las cosas que son más comerciales, y es una película comercial, y está Natalia, que es una estrella y verla a ella es magnética y genera todo eso que genera siempre que la querés ver, que te da risa, que te da ternura. Pero a la vez está tratando un tema que es muy profundo y que es chocante y que te hace pensar un montón. Entonces es como que, no sé, es inquietante la película para mí. Como que te deja ahí, medio como: “Ah, mirá vos, mirá, vení a ver esto”, y de golpe estoy viendo aquello.

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