entrevista

Raúl Briones: “Estados Unidos se fue construyendo a base de la fuerza migrante”

Encarnando a Pedro, el actor brilla en una propuesta que revela el lado más oscuro de la inmigración y la explotación laboral.

El intérprete mexicano es parte de una nueva versión de La cocina, que puede verse en Max, dirigida por Alonso Ruizpalacios y protagonizada también por Rooney Mara y Anna Díaz, entre otros. La película refleja el multiculturalismo de Estados Unidos en un día de trabajo infernal en un restaurante. Hablamos con Briones para conocer detalles de su participación en el filme.

—¿Cómo fue encarnarlo a Pedro y el trabajo previo al rodaje que hiciste con Rooney?

—Pues mira, la verdad es que este es un personaje y es una obra que está basada en una obra de teatro y a esta Alonso Ruizpalacios la adaptó para mi puesta en escena profesional de la universidad. Con La cocina yo me gradué, ahí fue que nos conocimos Alonso y yo. Así que, desde aquel entonces, que ya son 15 años, hubo un proceso de investigación, tanto teórico como práctico, en torno a lo que significa la migración a Estados Unidos. La historia de la migración de ese país y cómo ese país se fue construyendo a base de la fuerza migrante. Por lo que toda la investigación teórica viene desde ese entonces. Y luego ahora, ya en la adaptación al cine, Alonso es un director que yo considero muy híbrido entre el teatro y el cine. Él mete los teatrales en sus películas y en sus puestas en escena mete elementos cinematográficos. Así que todo el proceso de investigación fue una serie de improvisaciones con todo el elenco en un teatro en la Ciudad de México, donde construimos una cocina en miniatura, digamos, la versión en miniatura de lo que íbamos a estar experimentando en el foro. Rooney llegó casi casi en la acción, porque Hollywood, tiempos, organización, más bien preparamos toda la cocina para que cuando ella llegara ya estuviera viva y prendida y ella entrara solamente a hacer su trabajo final.

—Para que Julia y Pedro tengan ese acercamiento y esa distancia, ayudó un poco también...

—Absolutamente, porque Rooney es una actriz formidable y creo que lo más maravilloso de eso es que nos tuvimos que buscar y encontrar en la ficción. Y creo que eso se alcanza a notar en la construcción de la pareja de Julia y de Pedro, que es muy, pues, muy humana, como que no nos quedó nada a la intelectualización de los personajes.

—¿Y qué mirada tenías sobre Pedro en ese momento y cómo fue ahora encarnarlo, habiendo pasado 15 años?

—Yo creo que tengo como una especie de trilogía de personajes alrededor de esta temática de la cocina. Al haber interpretado al dueño de la cocina en aquel entonces, pues tuve que justificar al sistema de alguna manera. Y, por el otro lado, pues interpretar al vagabundo, que es el paria de la sociedad. Es el que ya renunció al sistema, el que está completamente fuera de toda norma y que aun así se sigue sirviendo de la humanidad y de la caridad y de la limosna. Pero que muchos vagabundos sobreviven mucho más tiempo que personas que viven una vida normal. Entonces, creo que Pedro está en medio de esos dos extremos. En medio del dueño y en medio del paria, y es el trabajador que está en esta tensión que es lo maravilloso de esta historia.

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