Silvio Soldán, un galán para todos los tiempos

En un repaso histórico por los ciclos, personajes y figuras que marcaron un momento de la TV argentina, diario Hoy recuerda la vida y obra del comunicador de la pantalla chica y el éter.

Corrían los años 30 cuando nació Silvio William Soldán en el interior de Argentina, sin saber que se convertiría en el conductor y locutor número uno en las décadas contemporáneas de la pantalla chica. Poco a poco fue creciendo en el seno de una familia de clase media y siendo criado por “Tita”, su madre, que también fue famosa por el amor que se regalaban.

Con el transcurso del tiempo el joven fue trabajando su certera voz para ser elegido como el presentador de los bailes y carnavales. Cuando pudo, decidió probar suerte en la ciudad de la furia. Así empezó, poco a poco, a trabajar en radios y pequeñas emisiones hasta llegar a la televisión argentina, donde marcó un hito en sus producciones. Las más famosas fueron Grandes valores del tango, Feliz domingo y sus participaciones en diversas ficciones ya entrados los años 90.

Durante su paso por el programa del baile nacional conoció a su novia Silvia Suller, que se convertiría en su musa por muchos años. Además de compartir el trabajo, lograron una convivencia y llamaron a la cigüeña, que trajo a su hijo Christian. Sin embargo, no todo sería color de rosa porque, a los dos años, se separaron en una batalla judicial que incluyó un escándalo mediático y la incursión de Suller como vedette y figura cual comediante en la noche nacional. Por su parte, el comunicador solo acudió a la Justicia para resolver sus inconvenientes y decidió no realizar declaraciones manteniendo un estricto bajo perfil que lo llevó a ser cuestionado en más de una oportunidad. Además ganó la tenencia de su hijo y continuó trabajando como era su costumbre para sostener su hogar.

Años más tarde conoció a una médica que fue enjuiciada por ejercer falsamente su profesión y esto volvió a manchar a su nombre. Sin perder tiempo, también tomó las riendas de la causa, lamentablemente debió comparecer ante la Justicia y cumplió un tiempo en la cárcel aunque fue liberado.

En la actualidad, Silvio sigue trabajando con su marca registrada en el éter y también participó de una película nacional. Vale mencionar que también tiene un costado como poeta, ya que escribe prosas que hablan del amor y las relaciones humanas. Ni lerdo ni perezoso, también disfruta de sus andanzas con el sexo opuesto, aunque ahora sin hacer declaraciones públicas.

Con todo lo vivido, el profesional de fina estampa da cuenta de que es un galán, un caballero del éter y que el paso del tiempo no hizo mella en su recorrido de vida. Además, entendió que el “pasado está pisado” y mantiene un trato cordial con las mujeres que supieron formar parte de su vida en momentos quizá más escandalosos o movidos.

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