entrevista exclusiva

Sparks, la mítica banda de pop tras la película Annette

Protagonizada por Adam Driver y Marion Cotillard, el filme, un musical diferente, revoluciona la narrativa con una mirada lúcida sobre la industria de la música y el entretenimiento.

Finalmente, la película apertura de la última edición del Festival de Cannes, Annette, llega a MUBI, razón por la cual diario Hoy dialogó con los míticos integrantes de Sparks, Ron y Russell Mael, quienes contaron el origen del proyecto dirigido por Leos Carax.

—¿Cuál era su vínculo con el cine antes de hacer la película? ¿Les gusta? ¿Tenían alguna película preferida?

—Ron: Crecimos yendo al cine, en ese momento películas de Hollywood, fuimos fanáticos del cine desde jóvenes y al llegar a la ­universidad comenzamos a ver películas de otros países, nos enamoramos de la nouvelle vague, Bergman, Ozu, y siempre sentimos, aun como músicos, una conexión con las películas y tratamos de combinar eso, de una manera cinemática.

—Tuvieron alguna vez las ganas de hacer música para cine o cine, este año los tuvo como protagonistas de un documental y Annette...

—Russell: Sí, tenemos algunos proyectos que no vieron la luz, uno de ellos con Tim Burton inspirado en un manga japonés llamado Mai the psychic girl, en los 90, y por varias razones él no avanzó en la película, aun teniendo él los derechos. En vez de convertirse en una traba, trabajamos en proyectos musicales, como un radio drama para la Radio Nacional de Suecia, fue como hacer una película sin las imágenes, se llamó La seducción de Ingmar Bergman, y hace nueve años volvimos con la idea de hacer una película narrativa musicalmente, así surgió Annette, se lo acercamos al director. Él era un fanático nuestro y así comenzó todo, y desde ese momento estuvimos trabajando con él, en el guion, en el elenco, desarrollamos tres discos durante todo ese tiempo, pero valió la pena porque se sumaron excelentes actores como Marion Cotillard, Adam Driver, Simon Helberg, abrió la película el Festival de Cannes de este año, nuestro viaje y enamoramiento con la música y el cine terminó en este proyecto.

—¿Por qué Carax y no otro director?

—Russell: En su película anterior, Holy motors, él utilizó una canción nuestra, y en Cannes, hace nueve años, nos presentamos y le dijimos lo felices que estábamos por que introdujo nuestra canción en esa película. Le hablamos de Annette, nos dijo que le enviemos el material, y respondió tan favorablemente que luego de un tiempo nos dijo que quería dirigirla. Su sensibilidad como director, pero también el amor que le tenía a Sparks hizo que apareciera el matrimonio perfecto entre ambos.

—¿Cómo fue el proceso creativo junto a él? ¿Se modificó en algo a lo que venían haciendo?

—Ron: Fuimos afortunados porque compartimos cierta sensibilidad, si ninguno de nosotros tuviera eso, sería imposible. Nuestro cambio tuvo que ver con sumar la mirada de Leos, pero en general el cambio más importante fue que al trabajar con Sparks controlamos todo, pero en una película sos una parte de un proceso colaborativo. Por suerte él amaba el proyecto y no cambiamos mucho nuestro trabajo, sí algo distinto fue ver a los actores, con su sensibilidad y amor hacia la música, algunas elecciones que hicieron al interpretarlas, eso fue muy distinto, pero el resto fue muy similar, y que más allá de cosas pequeñas, las decisiones fueron brillantes.

—La película del amor, la fama, pero también de la industria musical. ¿Qué tanto de autobiográfico hubo ahí?

—Russell: Estamos en el entretenimiento, claro, pero no fue algo autobiográfico en sí, sino trabajar la idea que los protagonistas provienen de mundos completamente diferentes, él del stand up, rabioso, colérico, y ella del mundo elegante y refinado de la ópera, el contraste entre ellos y cómo se mezclan para tener una relación.

Esa idea estaba, y la idea del hijo que ­tienen, que es como el resultado de ambos, esa idea nos interpeló más que hacer algo ­autobiográfico.

—¿Cómo fue el trabajo de ustedes con Marion y Adam?

—Ron: Adam fue el primero en estar ­involucrado en la película, dialogamos con él para que entienda que no queríamos hacer algo a lo Broadway, sino algo más natural y pop. Con Marion tuvimos la oportunidad que participara, antes de ir a rodar, de una ­“lectura” ­cantada de todo el guion y las ­canciones, y allí hablamos de estilos. Ambos se aproximaron a lo que queríamos, de lograr algo natural para los personajes como que alguien en la vida real se pone a cantar, y cuando comenzó el rodaje, estuvimos presentes, claro, pero no intervenimos, porque todo estaba claro.

—¿Qué sensaciones tuvieron la primera vez que la vieron en un cine?

—Russell: La primera vez que la vimos en una sala con público fue en Cannes y fue emocionante, todo, ir al festival, tan icónico, que representa al mejor cine de todo el mundo, estar en la apertura, con los actores, el ­director, ir a la red carpet con ellos, fue un sueño que finalmente se concretó y poder estar ahí con 2.000 personas, la ovación final, fue increíble.

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