Un año en que el cine volvió a las salas

Mientras las producciones nacionales aún luchan por su espacio, varias le hicieron frente a la pandemia y se destacaron por sus propuestas logradas.

En un año en que la vuelta a las salas posibilitó el reencuentro con la experiencia de comunión cinéfila, particularmente un puñado de películas nacionales intentaron desenmarcarse de las propuestas trilladas y obvias del cine argentino de siempre. Mientras el año se termina, diario Hoy armó un listado con las mejores películas de este 2021 que ya se va.

Sin dudas, con un extraordinario trabajo de exploración narrativa y del soporte cinematográfico, El perro que no calla, de Ana Katz, se destacó como la película argentina de este año. Protagonizada por Daniel Katz, en el planteo del relato, impulsado por la situación que da nombre a la película, la realizadora, hábil, e inteligentemente, como siempre, desarrolla un relato anticipatorio sobre vínculos y realidades políticas y económicas.

Con un registro diferente y un trabajo sobre la expresividad sonora del soporte, El prófugo, segundo largometraje de Natalia Meta, protagonizado por Érica Rivas, supo dialogar con géneros pocas veces trabajado en el cine mainstream local, apoyándose en su intérprete central, pero también en secundarios de lujo.

Karnawal, de Juan Pablo Félix, protagonizada por Mónica Lairana, Alfredo Castro, Diego Cremonesi y el debutante Martín López Lacci, rodada en el Norte argentino, fue otra de las grandes películas de 2021. La propuesta sobre la vida de una familia disfuncional que sigue adelante a pesar de los embates de la vida mientras su hijo busca destacarse en el folklore.

Otra ópera prima, El perfecto David, de Felipe Gómez Aparicio, nos introdujo en el difícil universo de las competencias deportivas a partir de la historia de un joven (Mauricio Di Yorio) presionado por su entorno y su particular madre (Umbra Colombo). Oscura, siniestra, un relato tenso y diferente.

Y si de diferencias hablamos, Errante corazón, de Leonardo Brzezicki, con una intensa y sublime actuación de Leonardo Sbaraglia, contó cómo un padre y su hija (Miranda de la Serna), buscan su lugar en el mundo.

Mención especial para Yo nena, yo princesa, de Federico Pallazo, por llevar a la ­pantalla grande una historia necesaria, diversa, que muestra los avances que como país hemos hecho en materia de derechos para la comunidad LGTB y disidencias. ­Eleonora Wexler se entrega totalmente en la propuesta.

UN VIAJE CON MAMÁ

Secuela de la recordada adaptación italiana de Mamá se fue de viaje, en esta oportunidad veremos cómo la familia intenta recuperar el tiempo perdido en un viaje en una vieja casa rodante hacia Finlandia. Mientras Carlo sigue al frente de su casa, y choca con sus hijos, Giulia debe lidiar con una nueva oportunidad para crecer laboralmente. En el mientras tanto, Papá Noel se cruzará con ellos para transformarlos.

NO MIREN ARRIBA

La frenética propuesta del realizador Adam McKay, con un elenco de estrellas pocas veces reunido, analiza cómo han cambiado las prioridades a partir de la banalización de la sociedad. A punto de caer sobre la Tierra un meteorito que podría destruirla, las prioridades de los gobiernos son mirar hacia otro lado. Divertida, ácida, irónica y con actuaciones potentes y verdaderas. En cines y Netflix.

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