Una novia fugitiva

La princesa Charlene de Mónaco atravesó una serie de cirugías luego de haber contraído una enfermedad que la dejó fuera de la escena pública por más de un año.

Luego debió ser internada en una clínica exclusiva que está ubicada en Suiza para terminar el tratamiento.

Tras la salida del nosocomio, la mujer se refugió en sus seres queridos y comenzó poco a poco a mostrarse en público junto a su familia.

Además, lanzó una serie de comunicados oficiales que fueron publicados en su cuenta de Instagram para darles un manto de paz a sus seguidores.

A pesar de los esfuerzos por mantener la privacidad, los rumores de un divorcio entre Charlene y Alberto son cada vez más fuertes.

Sucede que la princesa ya no sería feliz, habría dejado a los gemelos a cargo de su papá y escapó en un vuelo.

Para paliar la situación, el palacio real emitió un comunicado: “De acuerdo con sus médicos y mientras su recuperación va por buen camino, Sus Altezas Serenísimas han acordado juntos que la princesa Charlene ahora puede continuar su convalecencia en el principado con su esposo y sus hijos a su lado”.

Los rumores de una separación se instalaron hace un año pero no fueron confirmados. Incluso trascendió que la princesa no transitó una infección intrahospitalaria como fue diagnosticada.

El suceso sanitario habría ocurrido porque Charlene se sometió a una cirugía estética y los resultados no fueron los esperados.