Actos por los 25 años del asesinato del fotógrafo Cabezas: "Presente, ahora y siempre"
En Pinamar, Buenos Aires y La Plata, familiares y colegas homenajearon al reportero.
Con la presencia de familiares en el lugar, hoy no fue un día común en la cava que está camino a una Laguna frente a la ruta 11 en el partido de Pinamar. Allí, hace 25 años, asesinaron y prendieron fuego al fotógrafo José Luis Cabezas.
Aquel hecho, en plena temporada del verano del ‘97, fue considerado uno de los peores ataques a la libertad de expresión desde el regreso a la democracia. En pleno gobierno menemista, el fotógrafo se encontraba haciendo una investigación al empresario Alfredo Yabrán en el ostentoso balneario, lo cual le costó la vida.
Este diario visitó la cava como único multimedio de la ciudad de La Plata, ya que el asesinato tuvo una enorme connotación local, debido a que los autores del homicidio resultaron ser policías y exagentes que vivían en Los Hornos. De allí el mote de la “Banda de los hornenses".
Desde el municipio de Pinamar han mantenido prolijo el lugar que está a unas doce cuadras de la ruta 11 en dirección hacia General Madariaga.
Testimonios
Esta mañana, hubo un acto de Argra en Buenos Aires y algunos fotógrafos de La Plata se reunieron para rendirle homenaje en el monumento que está en la zona de Plaza San Martín sobre 6 y 51.
En diálogo con Diario Hoy, Jorge, un histórico fotógrafo de nuestra ciudad, contó que en aquel momento estaba "trabajando, cubriendo la ciudad. Esto ha dejado una enseñanza, a nuestro país le falta mucha cultura, y eso nos resta memoria. Hay muchos crímenes no revelados por un lado, y otros no descubiertos este es un país donde cada uno tiene su inclinación. Nos falta cultura, una educación que nos una a todos, para querer a nuestro suelo, ser argentinos. Es la solución".
"Se respeta bastante al periodismo, pero incluso muchas veces se lo considera como una contra. El periodista es un informante de la realidad, el tema es que cada uno la ve de distinta forma. Las inclinaciones no son buenas", dijo, y agregó: "Creo que hay que proteger a todas las personas que se dedican a la comunicación. La foto es un segmento de la realidad que es importante".
Por su parte, Nano González dijo que aquel hecho fue "un punto de inflexión, por lo peligrosa que puede tornarse nuestra profesión, y por el otro, lo importantes que podemos llegar a ser como contrapoder. José Luis se terminó transformando en un emblema de lucha, aunque la causa siga siendo dolorosa. Uno tiene cierto temor de que la gente joven se olvide de quién fue José Luis Cabezas".
Por último, Carlos Rango, reportero del Ministerio de Salud, recordó: "Andábamos recorriendo la costa, y cuando nos enteramos no podíamos entender que haya pasado un asesinato tan cruel solo por sacar fotos a un empresario, a una persona que -sin duda- era parte de una mafia".