cultura

Andrés Framini, una leyenda política de Berisso

En 1962 fue elegido gobernador de Buenos Aires, pero le impidieron tomar posesión de su cargo.

Poco tiempo antes de morir, a los 87 años, seguía convencido de la necesidad de mantener en alto el viejo concepto de lo nacional y popular: “Porque la Nación está al borde de la extinción y el pueblo está excluido”. Seguía en la brecha en la que dio sus primeros pasos en 1945, como obrero textil, apoyando a Perón en la Secretaría de Trabajo y Previsión. Junto a Armando Cabo –dirigente metalúrgico–, fue elegido por Evita para armar las milicias populares.

Al ser derrocado el gobierno peronista en 1955, se convirtió en uno de los referentes de la Resistencia. En marzo de 1962 se presentó como candidato a gobernador de la Provincia de Buenos Aires por la Unión Popular, nombre al que recurrió el peronismo que no podía presentarse bajo ese nombre por estar proscripto por el régimen. Arrasó en la votación, pero los militares no lo aceptaron y derrocaron al presidente Arturo Frondizi.

Fue uno de los organizadores de la frustrada Operación Retorno de Perón en 1964 y uno de los fundadores del Partido Peronista Auténtico. La última dictadura lo condenó a la clandestinidad y el terror. El 9 de mayo de 2001, estaba viendo en un acto público de la CTA la película Sinfonía de un sentimiento, de Leonardo Favio, se desplomó y murió al instante.

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