Ante cientos de fieles, beatificaron al cardenal Pironio

Cientos de fieles se acercaron hasta Luján para participar de la ceremonia de beatificación del cardenal Eduardo Pironio, quien fue obispo auxiliar de La Plata en 1964.

El cardenal Francisco Vérgez Alza­ga, enviado del Papa Francisco, fue quien encabezó la celebración, ya que durante más de dos décadas se desempeñó como secretario de Pironio.

Por su parte, el Sumo Pontífice envió una carta en la que señaló: “Concedemos que el venerable siervo de Dios Eduardo Francisco Pironio, cardenal de la Santa Iglesia Romana, humilde pastor, testigo de esperanza y paciencia evangélicas, infatigable defensor de la causa de los hermanos más pobres, de ahora en adelante sea llamado beato y que sea celebrado cada año”.

¿Por qué fue beatificado?

La decisión se tomó luego de que una junta de médicos del Vaticano constatara que la curación de un bebé de 15 meses “superó la ciencia médica”. Se trata de un joven que cuando era pequeño aspiró accidentalmente purpurina, y tras ser internado y quedar en estado de coma su madre le rezó a una estampita del hoy santo cardenal Pironio, y su hijo sobrevivió y se despertó sin rastros de elementos tóxicos en sangre, contra todo pronóstico médico.

Luego que una comisión de teólogos corroborara que la familia del niño había rezado a Pironio por su sanación, el Papa reconoció las “virtudes heroicas” del cardenal y lo convirtió en “venerable”.