¿Cómo afectará la tormenta solar a los habitantes de la Tierra?
Según informaron, la intensa actividad solar plantea riesgos para las infraestructuras de comunicación y navegación.
Una impresionante explosión solar desencadenó una tormenta geomagnética el pasado viernes, proyectando la posibilidad de auroras boreales y australes desde lugares tan inusuales como el sur de Argentina, Alabama y el norte de California. Sin embargo, el espectáculo natural no viene solo: la intensa actividad solar plantea riesgos para las infraestructuras de comunicación y navegación.
Las autoridades han advertido sobre posibles apagones o interferencias en sistemas de comunicación esta semana, ya que la tormenta se convierte en la más intensa en llegar a la Tierra desde Halloween de 2003. Esta actividad solar inusual llevó a emitir un aviso de tormenta por primera vez en 19 años.
Desde el Centro de Predicción Meteorológica Espacial de la NOAA, indicó que se espera que la intensidad de la tormenta sea significativa y que sus efectos podrían ser más notorios que en eventos previos.
Aunque las auroras polares son el aspecto más visible de la tormenta para muchas personas, las preocupaciones se centran en los posibles impactos en infraestructuras críticas. Los sistemas de posicionamiento global, las radiocomunicaciones y la energía eléctrica están bajo escrutinio, ya que la tormenta podría introducir corriente adicional en los sistemas, lo que podría provocar daños.
Asimismo, se informó que las comunicaciones que dependen de ondas de radio de alta frecuencia, como la radioafición y la aviación comercial, son las más propensas a ser afectadas. Sin embargo, es poco probable que dispositivos como teléfonos móviles o radios de automóviles, que operan con frecuencias más altas, experimenten fallos.Si bien los apagones son posibles, es importante que las personas se preparen manteniendo sus dispositivos cargados y teniendo acceso a baterías de reserva, generadores y radios en caso de emergencia.
El caso de Argentina
Según el meteorólogo José Bianco, la última vez que se avistaron auroras australes en Argentina fue en 1989. Desde entonces, este país ha estado fuera de la ruta regular de este espectáculo celestial, que suele ser reservado para regiones más cercanas a los polos magnéticos, como Canadá, Estados Unidos (donde se llaman auroras boreales) y algunas partes de Europa y Oceanía.
Sin embargo, el reciente pronóstico del clima espacial de la NOAA avivó las esperanzas de presenciar este fenómeno en territorio argentino una vez más. Con al menos siete eyecciones de masa coronal del Sol observadas, se espera que el impacto de una de ellas persista hasta el inicio de esta semana.