Cómo impactó el coronavirus en la vida de las mujeres

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad Nacional de San Martín (Unsam), reveló los efectos de la pandemia de coronavirus en las mujeres urbanas, rurales, afrodescendientes, indígenas, trans y travestis, y destacó “la oportunidad de brindar elementos para la planificación de políticas públicas” para afrontar el período poscuarentena.

El trabajo, impulsado por el Conicet y el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, arrojó que el 55,1% de las mujeres urbanas son jefas de hogar y responsables de la mayor parte de los trabajos domésticos y de cuidar a sus hijos. En este sentido, cabe destacar que un 92,6% se hace cargo de acompañar las actividades escolares de los niños durante el confinamiento.

El relevamiento se llevó adelante con la participación de 2.274 mujeres que residen, en su mayoría, en regiones con circulación de coronavirus como el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), Córdoba y Chaco.

En relación al impacto de la cuarentena en el ámbito laboral y los respectivos ingresos de las mujeres urbanas, el 20% afirmó padecer una situación de precarización laboral, impulsada por la reducción de carga horaria, la suspensión del trabajo o la falta de indemnización ante un despido.

El estudio arrojó que un 7,5% de las encuestadas en zonas urbanas, sufrió alguna forma de violencia. Además, la percepción sobre este delito aumentó un 84,6%, “sin que esto implique necesariamente un aumento en el número de casos”.

Asimismo, conseguir trabajo y sobrevivir con un empleo precario son las dificultades principales a las que se enfrentaron las mujeres durante la cuarentena.

Entre los factores que más se manifestaron en las zonas rurales, se destaca la brecha digital, ya que “solamente un 56,8% tiene acceso a Internet desde su casa”.

Karina Bidaseca, doctora en Ciencias Sociales y líder de la investigación destacó que, en el caso de las mujeres rurales “es importante reforzar los tejidos comunitarios, que en muchos casos constituyen el apoyo fundamental de mujeres que se quedaron sin trabajo durante la pandemia, y generar y multiplicar políticas orientadas a la comercialización de los productos de la agricultura familiar”.