Con música y memoria, señalizaron un ex centro clandestino en La Plata

Se trata del espacio ubicado en la excomisaría Quinta, de diagonal 74 y 24. Hubo shows artísticos y mensajes de familiares de desaparecidos.

La excomisaría Quinta de diagonal 74 y 24 es uno de los sitios más oscuros de la historia platense ya que funcionó como centro clandestino de detención durante la última Dictadura cívico-militar. Hoy funciona como espacio de memoria. Con un festival, reseñalizaron y pusieron en valor el sitio.

Con shows musicales y artísticos se desarrolló durante la tarde del sábado el Festival por la Memoria, no solo para recordar lo que pasó allí, sino para invitar a la comunidad platense y al barrio a no olvidar.

Leonardo Fossati, nieto restituido y responsable del espacio de memoria, dialogó con diario Hoy y destacó que “uno de los objetivos de abrir este espacio es difundir la memoria de las personas que pasaron por acá, de los hechos ocurridos en este lugar”.

“En relación al barrio, para nosotros es muy importante abrirnos a los vecinos porque durante mucho tiempo esta comisaría funcionó de espaldas a la sociedad. Los vecinos confiaban en poder venir acá a buscar respuestas, a poder encontrar seguridad, justicia y desconocían en absoluto lo que acá ocurría, no solamente en esta última Dictadura cívico-militar, sino también antes y después con hechos de violencia institucional”, señaló Fossati.

El referente hizo un llamado a la comunidad y señaló: “Si como platenses que somos pretendemos vivir en una ciudad mejor, no podemos barrer y esconder bajo la alfombra esas verdades y estos crímenes. Los tenemos que dar a conocer para que verdaderamente sea un Nunca Más”.

El espacio está abierto al público y desarrolla allí actividades educativas, propuestas pedagógicas y visitas guiadas, sobre todo a colegios secundarios pero también al público en general, como también actividades culturales como muestras fotográficas y plásticas, presentaciones de libros, recitales musicales y obras teatrales.

En el acto se expresó el subsecretario de Derechos Humanos bonaerense, Matías Moreno, quien se acercó al festival. Del mismo modo lo hizo Ricardo Ciancio, hermano de Luis y cuñado de Patricia Dillon, ambos detenidos y torturados en ese sitio.

“Desde los 12 años que tenía yo cuando desaparecieron mi hermano y mi cuñada, caminaba por esta zona durante años, pero nunca me atreví a cruzar la calle. Gracias a los sobrevivientes supimos que estuvieron acá”, agradeció emocionado.

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