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Confirman que las plantas absorben cada vez menos dióxido de carbono

Desde comienzos del siglo, se ha ralentizado este proceso debido principalmente a que la atmósfera se volvió más seca.

Un equipo de científicos del Instituto de Investigación de Pastizales de la Academia China de Ciencias Agrícolas, en conjunto con organizaciones de los Estados Unidos, dieron cuenta de que las plantas están absorbiendo cada vez menos dióxido de carbono, lo que significa una muy mala noticia en la lucha contra el cambio climático. Hasta ahora, el mundo científico tenía previsto que las plantas pudiesen seguir convirtiendo el dióxido de carbono a la par del aumento de este en la atmósfera, pero según las últimas investigaciones esto ya no es así.

Acorde con lo comentado al respecto, el incremento en las tasas de fotosíntesis en todo el mundo causado por el aumento de dióxido de carbono se ha ralentizado drásticamente. Durante el siglo pasado, a medida que fueron aumentando los niveles del dióxido de carbono en la atmósfera, las plantas aprovechaban el aumento del gas acelerando la fotosíntesis y extraían más carbono de la atmósfera. Gracias a esto, se le pudo poner un freno al cambio climático, pero este proceso concluyó a principios de siglo. Desde el año 2000, indicaron los expertos, el aumento del dióxido de carbono atmosférico ralentizó la tasa de aumento de la fotosíntesis global porque la atmósfera también se ha vuelto más seca. De cara al futuro, remarcaron los especialistas, se puede creer que esas tasas dejen de aumentar definitivamente, en tanto y en cuanto el planeta se vuelva más seco y cálido, algo que está previsto que suceda dadas las condiciones actuales. En caso de que efectivamente se de este posible escenario, el calentamiento global se aceleraría aún más. Es por esto, entre tantas otras cuestiones, que el mundo científico volvió a exigir que los gobiernos disminuyan de manera considerable las emisiones de gases de efecto invernadero.

Para llegar a estos resultados, el equipo a cargo investigó datos recopilados por monitores terrestres en todo el mundo durante los años 1982 a 2016, al mismo tiempo que analizó estadísticas ambientales e imágenes satelitales de regiones cubiertas por vegetación de distintas partes del mundo.

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