Curiosidades de una leyenda británica

Al finalizar la guerra del Sudán, con gloriosos y productivos resultados para Inglaterra, que dirigió el general Herbert Kitchener, este -hombre de una extraordinaria capacidad- diseñó sobre lo que había sido una ciudad de unas cuantas chozas de barro, la europea ciudad de Kartum. La ciudad dispondría de calles rectas y anchas y en ella habría barrios residenciales para los ingleses, que en adelante tendrían que administrar aquellas tierras. Pero a medida que iba añadiendo a su plano un barrio tras otro, su alma sobria formuló un sentimiento. De pronto, apareció ante sus ojos la bandera Unión Jack, que con tanto honor había mantenido poco antes en los campos de batalla.

Kitchener comenzó a dibujar rayas torcidas, en competencia con las rectas que ya había trazado, y cuando quiso darse cuenta, el general había formado sobre el papel la bandera británica. Así, el plano de Kartum fue una copia de la Unión Jack. Eventualmente, la bandera de Reino Unido, oficialmente denominada Union Jack, se conoció como tal ya que su diseño es una combinación de las banderas de Inglaterra, Escocia e Irlanda del Norte, que son los tres territorios que, junto a Gales, forman el Reino Unido.