De Buenos Aires al Sur cinco lugares para vacacionar lejos de la ciudad

No son pocos los que prefieren unas vacaciones alejadas del bullicio de los centros turísticos tradicionales. Despertar tranquilo, desayunar leyendo un libro y disfrutar del silencio de un lugar único para descansar.

Muchos quieren unas vacaciones tranquilas, de descanso verdadero, donde no haya colas para comer o tomar algo, donde se camine en paz y las playas no sean un hormiguero. Acá te nombramos algunos lugares poco promocionados de la extensa costa argentina, en lo que vas a poder tener el descanso que tanto buscás.

Costa Chica

Después de acceder desde la ruta 11 o por el camino interno que llega desde Santa Teresita, la sucesión de jardines floridos de los chalés puede llevar a considerar Costa Chica como “el barrio jardín de Las Toninas”. La playa de cuatro cuadras de largo suele ser la escala final de las cabalgatas, caminatas y recorridos en bicicleta.

Colonia Marina

La Colonia Marina, el secreto mejor guardado de Villa Gesell, aparece semioculto por el bosque y las dunas en la ruta de arena hacia Mar de las Pampas que continúa la traza de la avenida 7 más allá de la calle 152. El acceso al silencioso remanso de Colonia Marina se desprende del camino principal en la zona de los campings Monte Bubi, Mar Dorado y Casablanca. Para llegar a este lugar, conviene hacerlo con provisiones.

El Centinela del Mar

Cerca de Mechongué, en el camino de Miramar a Necochea, el mar y el cielo copan la escena de la primera vista que entrega Centinela del Mar desde la cima de un acantilado. Una capilla, la escuela Alfonsina Storni, los restos de un hotel, un vagón de tren y no más de veinte casas conforman el balneario. Tranquilidad absoluta.

Luego, un camino de tierra mejorado avanza unos 30 kilómetros de Necochea hacia el sudoeste -en dirección a las Termas del Campo Médano Blanco-, donde se despliega el impactante paisaje de dunas revestidas de verde, arena y acantilados de Los Ángeles. Es uno de los sitios más indicados para esperar el pique de gatuzo, pescadilla, cazón, chucho y pejerrey. Nuestro propio Los Ángeles.

Los Pocitos

A unos 50 kilómetros hacia el norte del polo pesquero de Bahía San Blas y a 70 kilómetros al noreste de Carmen de Patagones, este reservorio de ostras, conchas marinas, arena blanca y agua verde turquesa se hizo conocido por los cinco pozones de agua dulce descubiertos en la zona en la década del 30. Los que transitan la ruta 3 rumbo a la Patagonia y se deciden por descubrir este pequeño paraíso natural, tienen que desviar hacia la izquierda a la altura del kilómetro 918 y transitar un camino consolidado de 30 kilómetros.

Bajada de Echandí

Para llegar a la Bajada de Echandí, hay que pasar por un angosto pasillo, inclinado naturalmente hacia las aguas del golfo San Matías, que se abre entre las bardas del camino de la Costa o la ruta de los Acantilados de Río Negro, unos 200 kilómetros de ripio de la ruta 1, desde El Cóndor hasta San Antonio Este. Esta playa imposible de detectar desde el camino principal ofrece un tramo del mar a veces calmo y, en ocasiones, embravecido y con enormes olas, piletones de agua tibia en la restinga y abundante pesca de pejerrey.

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