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De la UNLP a la mesa: el aporte clave para mejorar el rendimiento de maíz

Investigadores de la casa de estudios platense se encuentran en comunidades andinas en busca de caracterizar los cambios fisiológicos que producen los cultivos en altura.

Un equipo de investigadores de la Universidad Nacional de la Plata (UNLP) viajó hacia el Noroeste del país con un objetivo: realizar aportes científicos a las comunidades que se dedican al cultivo de maíz, papa, poroto, habas y quinoa en la altitud y colaborar a mejorar el rendimiento de esos alimentos sin usar insumos.

El grupo de La Plata busca caracterizar los cambios fisiológicos asociados al cambio que produce la altura en el cultivo de maíz para contribuir al diseño de estrategias de manejo específicas según el nivel en que se encuentran.

Según señalaron desde el grupo, el rendimiento de maíz en estos ambientes “se ve limitado por las condiciones propias de los sitios andinos, pero también por la falta de información científica necesaria para apuntalar las estrategias de manejo tradicionales”.

Es que, al aumentar la altura, la disminución de la temperatura hace más corto el período libre de heladas y hace más lento del desarrollo del cultivo, que requiere más días para iniciar la floración.

El trabajo se da en el marco del proyecto PR-154 del Fondo de Distribución de Beneficios del Tratado Internacional sobre los Recursos Fitogenéticos para la Alimentación y la Agricultura (FAO). Desarrollado en el marco de un PIP Conicet, vinculado a la tesis doctoral del Ing. Diego Salve, becario de Conicet en INTA-IPAF NOA (Hornillos), que se implementa de forma conjunta entre el Instituto de Fisiología Vegetal, dependiente de la Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales y la Facultad de Ciencias Naturales y Museo (Infive, UNLP-Conicet), el Inenco, de Salta, y el INTA-IPAF NOA.

“Realizamos experimentos que nos permitieron saber que, al ­incrementar la densidad de siembra en maíz, aumenta la intercepción de luz, y con ello se mejoran los rendimientos, aún más cuanto mayor es la altitud. Esto no suele ser lo esperable, ya que, en general, la mayor densidad de siembra en el maíz se asocia con ambientes de mayor potencial de rendimiento”, explicó Mariana Antonietta, una de las profesionales a cargo del ­trabajo.

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