Denuncian nuevos ataques sobre espacios deportivos de la rambla de 32

La canchita de fútbol tenis que está en 10 y 32 apareció con inscripciones alusivas a la implementación de estructuras de cemento y metálicas sobre el césped de la rambla y despertó el debate entre los vecinos de Barrio Norte.

Pintadas alusivas a la preservación del medioambiente y en contra de la implementación de más espacios de juegos, o para realizar actividades recreativas sobre la rambla de la 32, desempolvaron un viejo debate entre un grupo de vecinos de La Plata en Barrio Norte.

Sobre el final de esta semana, cuando los efectos de la fumigación y el corte de pasto garantizaron una estadía placentera en la rambla, algunas personas se sorprendieron con las leyendas “cemento es inundación” sobre la estructura de metal que oficia de red en la canchita de fútbol tenis de 10 y 32.

Un papá con su hijo de 9 años intentaban aprovechar este espacio ante la mirada de dos señores de avanzada edad (uno de ellos vive en calle 9) y recibieron comentarios en contra de la utilización de esta cancha, que había sido inaugurada como tantas otras a mediados del año pasado por la anterior gestión municipal.

Desde la comuna platense, en efecto, se habían volcado a defender la cancha a fin de año, obligando a correr la habitual quema del muñeco que algunos jóvenes pretendían realizar en 10 y tuvieron que llevar al cruce de 11 y 32.

Por un lado, nadie podría discutir que la zona de Barrio Norte que comprende las avenidas 7 a 13 y de 32 a 38 fue una de las más castigadas por la inundación de 2013, al igual que algunas calles de La Loma. Sin embargo, al haberse cumplido diez años de aquella tragedia y al avanzar la parte edilicia de la ciudad incluso con obras subterráneas que tienden a evitar nuevas acumulaciones de agua en las calles 9, 10 y 11 cada vez que llueve, varias personas vieron con agrado que se pudieran poner más juegos de plaza o aparatos para hacer actividades físicas.

En el cruce de 9 y 32, sin embargo, la resistencia parece aún mayor, ya que durante años los vecinos se opusieron a la continuidad de un sendero de cemento a un costado de la rambla para que puedan circular bicicletas o personas trotando por otra superficie que no sea el pasto.

El ataque con pintadas a la canchita y la oposición para incrementar la utilización de los espacios verdes con actividades físicas parece haber generado un debate entre vecinos que hasta cuenta con ciertas características que marcan una clara diferencia generacional entre aquellos que quieren explotar la rambla haciendo deportes y los que siguen defendiendo el césped y la vegetación ante todo, sobre la base de entender que son elementos indispensables para absorber el agua y permitir que la misma drene con mayor facilidad cuando llueve de manera abundante.

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