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Diez años después, el “Almirante Irízar” vuelve a la Antártida

Tras el siniestro que casi lo destruyó en 2007, el rompehielos partió ayer desde el Puerto de Buenos Aires con más de 300 científicos, técnicos y militares a bordo. La despedida estuvo marcada por el recuerdo de los 44 tripulantes del submarino desaparecido

Centenares de familiares se reunieron en el mediodía de ayer en la dársena “E” del Puerto de Buenos Aires, desde donde el rompehielos “Almirante Irízar”, verdadero Ave Fénix de los mares, partió hacia las heladas aguas de la Antártida, donde abastecerá las trece bases argentinas en ese continente.

Destruido casi en su totalidad por un incendio que en 2007 lo alejó de los mares mientras navegaba el Atlántico Sur, ayer el buque recobró su vida con los más de 300 científicos, técnicos y militares que se embarcaron hacia la Campaña Antártica de Verano 2017-2018 (CAV).

Junto a la emoción de este renacimiento, la calurosa despedida estuvo marcada por el homenaje a los 44 tripulantes del submarino ARA “San Juan”, desaparecido desde hace 42 días.

“Llevan una gran responsabilidad: el cariño y el sentimiento de una Nación que tiene muy en claro lo que la Antártida significa”, sostuvo el ministro de Defensa, Oscar Aguad, que encabezó la ceremonia de zarpe ante autoridades navales, familiares y tripulantes.

Entre los más de 300 “antárticos” que zarparon ayer se encontraban varios sobrevivientes del incendio que casi hace naufragar al rompehielos el 10 de abril de 2007, cuando un foco ígneo de­satado en los compartimentos generadores de electricidad lo dejó fuera de servicio durante más de una década, tiempo durante el cual el buque fue reparado y modernizado en el astillero 

Tandanor. Uno de esos sobrevivientes es el cabo principal de la Armada y encargado de máquinas José Luis Innamorati, a quien fueron a despedir su esposa, Cecilia Espíndola, y su pequeño hijo de seis meses.

“Como él estuvo en el incendio hace diez años y se quedó con toda la tristeza y frustración por lo que pasó con el barco, era un desafío y una cuenta pendiente volver a navegar en el Irízar. Pero a la vez siente tristeza por tener que separarse de sus dos hijos”, aseguró Espíndola, con su bebé en brazos y sin poder contener el llanto.

Entre los familiares, muchos acudieron con banderas argentinas, sobre las que escribieron un deseo usual en estas partidas: “Buenos vientos”.

Un sobreviviente de los mares

- 1977

Se construyó el “Almirante Irízar” en los astilleros Wärtsilä, en Finlandia. El 15 de diciebre de 1978 fue entregado a la Armada Argentina

- 1982

El “Irízar” participó como buque hospital en la Guerra de Malvinas

- 2007

10 de abril 

Con 241 personas a bordo, se incendió mientras participaba de la Campaña Antártica. El Capitán Guillermo Tarapow ordenó la evacuación y se quedó solo en el buque esperando el rescate 

14 de abril 

Se apagaron todos los focos de incendio y comenzaron las tareas de remolque

20 de abril

Llegó a Puerto Belgrano, con su capitán y especialistas que trabajaron para controlar el siniestro

- 2008

El buque ruso “Vasili Golovnin” ocupó el lugar del “Irízar” en la Campaña Antártica

- 2017

Tras el proceso de reconstrucción, el “Irízar” incorporó tecnología de última generación, se construyeron 60 camarotes y 40 laboratorios. Por fin, zarpó rumbo a la Antártida

Un viaje cruzado por la tragedia del ARA “San Juan”

“Quiero recordar a los 44 tripulantes del ARA San Juan, a más de un mes de la de­saparición del submarino argentino. Una tragedia que nos involucra a todos y que ha calado muy hondo. Valga, con respeto, nuestro reconocimiento a sus familias. En las horas más tristes han pasado los peores momentos. En algún momento podremos hacer un gran reconocimiento a quienes pueden haber dejado la vida para honrar la Patria”, aseguró ayer el ministro de Defensa, Oscar Aguad, durante la ceremonia de despedida a los tripulantes del “Almirante Irízar”.

“Con todo lo que pasó con el submarino a mí por lo menos me moviliza un montón. Vos sabés que se van pero no si vuelven”, se le escuchó decir a una de las esposas de los tripulantes.

La celebración fue agridulce, porque en el festejo por el regreso del rompehielos a la Antártida sobrevoló el recuerdo reciente del fatídico suceso en torno al Ara “San Juan”, sobre cuyos marinos todavía nada se sabe.

Precisamente, en su último parte, la Armada informó ayer que la búsqueda del submarino por parte de cinco buques distribuidos en el Atlántico Sur continúa sin novedades, mientras se espera que la situación meteorológica mejore en las próximas horas.

Los fuertes vientos registrados en la zona han impedido que la investigación avance sobre el estudio de tres contactos: 814, 700 y 500 metros de profundidad.

En la búsqueda trabajan actualmente el destructor ARA “Sarandí”, los avisos ARA “Puerto Argentino” e “Islas Malvinas” con el minisubmarino ruso “Panther Plus” a bordo. También colaboran los buques oceanográficos “Atlantis” de Estados Unidos y el “Yantar” de la Federación Rusa.

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