Docentes platenses: compromiso, amor y trabajo

Hoy, en homenaje a Domingo Faustino Sarmiento, los maestros del país celebran su día. Ahora, la pandemia los mantiene alejados de las aulas, pero cerca de los chicos, el motor de su lucha y esfuerzo por la educación.

En esta jornada, las y los docentes de Argentina celebran su día en un contexto atípico, marcado por la pandemia del coronavirus, hecho que los mantiene lejos de las aulas, y de los estudiantes que son el motor de su compromiso diario.

Según los últimos datos registrados, la provincia de Buenos Aires tiene 5,2 millones de estudiantes y es el distrito del país con más alumnos, docentes y establecimientos educativos. En esta fecha, establecida en homenaje a Domingo Faustino Sarmiento, el saludo se extiende a todos los que con su trabajo diario tratan de dejar una huella a través de una educación de calidad.

“Son 16 años de trabajo, me encanta y amo lo que hago, eso es fundamental. Este año es muy particular y muy difícil, pero el vínculo que se genera con los chicos trabajando todos los días, hace que el compromiso sea doble, hoy estamos trabajando desde la mañana hasta la noche”, dijo a diario Hoy la docente Ingrid Derendinger, de la escuela secundaria N°49 de Altos de San Lorenzo.

En ese sentido, su colega de la escuela José Berro, Claudia Porcel de Peralta, que se de­sempeña como preceptora, señaló que cada día le representa una alegría haber elegido la carrera docente, la que desempeña hace ya unos nueve años.

“Es placentero estar en el aula, estar con los chicos en el patio, es ir a trabajar con placer. Lo más lindo de todo es la unión entre los pares. Creo que la sociedad más vulnerable es la que más valora la tarea docente. Tal vez por lo que cuesta llegar y mantenerse, eso hace que valoren el esfuerzo”, señaló Claudia a este multimedio.

Compañía y apoyo

Los y las estudiantes no solo reciben educación formal y conocimientos de parte de sus docentes, sino que también son a quienes acuden cuando surgen problemas entre ellos o en sus hogares.

“Los momentos más felices son cuando veo que los chicos terminan la secundaria y tienen un proyecto, todos los fines de año son los mejores. Más allá de todo lo que pudieron aprender desde el punto de vista curricular, aprenden otras cosas y eso es muy importante. Lo que me genera angustia es ver que no puedan mantener la trayectoria”, destacó Derendinger.

La escuela N° 49 sufrió varios episodios de vandalismo y robo en los últimos tiempos, al menos 10 en pocos meses, lo que generó que toda la comunidad educativa se ponga a disposición para levantarla y eso también es trabajo docente.

“El desafío más grande hoy es mantener la comunicación, saber cómo están y después preguntar si puedo ayudar con los trabajos prácticos. Dentro de la escuela estamos todos para uno y así es siempre, ellos nos llenan el alma todo el tiempo”, resaltó Claudia.

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