Edelap: ineficiencia y desidia
Habitantes de La Plata y alrededores manifestaron su descontento por los reiterados cortes en el suministro eléctrico. Facturas altas, inversión cero y usuarios indignados.
En plena pandemia, vecinos de diferentes zonas de La Plata manifestaron enojo ante los reiterados cortes del suministro eléctrico y debido a la falta de respuesta de Edelap. “Las facturas siguen llegando con valores altísimos y el servicio que brindan es pésimo”, advirtió Teresa, vecina de Tolosa.
La queja principal es que ni siquiera atienden a los reclamos. Ante los comentarios en las redes sociales, Edelap se desliga, a través de mensajes automatizados. En tanto, si una persona quiere comunicarse con un representante de la empresa por alguna urgencia, en el 0800-222-3335, tampoco lo logrará. Pase lo que pase, siempre atiende una máquina.
Sergio es vecino de La Granja. En diciembre del año pasado sufrió un golpe de tensión y perdió artefactos por un valor superior a los 100.000 pesos. En ese momento, peritos de la prestadora del servicio se acercaron al lugar y comprobaron que hubo una sobretensión que llegó a los 380 watts. El usuario presentó fotos, facturas y lo que la empresa le solicitó, pero nunca recibió un resarcimiento.
El residente de calle 521 entre 137 y 138, nuevamente, es víctima de Edelap. “Estoy aterrado ante la posibilidad de volver a perderlo todo. Esto empezó el martes. Hasta hoy (por ayer), tuve cinco cortes de suministro eléctrico. A mi hermana, que vive en 132 y 32, y a mi suegra, de 43 entre 16 y 17, les pasó lo mismo”, detalló Sergio, muy angustiado.
“Recibimos reclamos puntuales y hoy estaremos pidiendo un informe a Edelap. Nosotros tenemos un centro de contacto que funciona de lunes a viernes, por teléfono, mail o redes sociales, a disposición de quienes lo necesiten”, detalló a diario Hoy el defensor del Pueblo de la Provincia de Buenos Aires, Guido Lorenzino.
Con todos los riesgos que la maniobra implica, esta semana, Hoy también informó que un vecino electricista de la zona del Círculo Policial debió arreglar un transformador, tras esperar más de 12 horas a la cuadrilla que nunca llegó.
“Estuve el sábado una hora sin luz y justo tenía que dar una clase”, contó Cecilia, docente de la zona fabril de Ringuelet. Emilse, de Barrio Aeropuerto, pasó toda la mañana del primer día del fin de semana a oscuras y lleva casi una semana con baja tensión.
La situación es calcada en diferentes zonas de la ciudad. Rosana, de 12 entre 527 y 528, refirió que entre el viernes y el domingo debió soportar tres cortes. “El lavarropas se trabó en la misma función y nunca más pude lavar. Por otro lado, mis vecinos son mayores y cada vez que se les corta la luz, se les desprograma el televisor y los equipos de calefacción. En este contexto, nadie puede ir a ayudarlos. Es muy difícil la situación”, agregó la mujer.