El agujero de la capa de ozono es el más grande de los últimos años
“La gente debe protegerse del sol”, advierten los especialistas. Hacia 2060, prevén que se dará la recuperación del agotamiento de la capa de ozono.
La Organización Meteorológica Mundial (OMM) aseguró que el agujero de la capa de ozono sobre la Antártida se convirtió en uno de los más grandes y profundos de los últimos años. “La gente debe seguir los consejos y protegerse del sol”, advirtió Clare Nullis, vocera de la OMM, que hizo especial hincapié en que la zona más afectada es América Latina y el resto de regiones en el hemisferio sur.
Este manto cumple la función de escudo protector para las especies vivas del planeta contra los efectos dañinos de los rayos ultravioletas (UV) procedentes del sol. “Entre los riesgos de los rayos UV están el cáncer de la piel y las cataratas.
Muchos servicios meteorológicos nacionales emiten advertencias sobre los rayos ultravioletas y es muy importante que se les preste atención”, destacó la especialista.
Es preciso aclarar que este recubrimiento se comporta de forma muy variable de año en año: el 2018 el tamaño del agujero se asemejó al actual, mientras que en 2019 fue curiosamente más pequeño.
En la actualidad, la abertura que cubre prácticamente la totalidad del continente antártico creció muy rápido desde mediados de agosto y alcanzó su mayor dimensión hacia los primeros días de octubre, cuando registró 24 millones de kilómetros cuadrados.
“Después del agujero de ozono inusualmente pequeño y de corta duración en 2019, que fue impulsado por condiciones meteorológicas especiales, estamos registrando uno bastante grande nuevamente este año, lo que confirma que debemos continuar aplicando el Protocolo de Montreal que prohíbe las emisiones de sustancias químicas que agotan la capa de ozono”, explicó en un comunicado Vincent-Henri Peuch, director del Servicio de Monitoreo Atmosférico Copernico de la Unión Europea.
Todos los datos, publicados por el Servicio de Monitoreo Atmosférico Copernico de la Unión Europea, concluyen que se trata de una magnitud que está por encima de la media de la última década.
¿Cuáles son las causas?
Si bien están prohibidos por protocolos internacionales, los químicos que más daño le hacen a la capa de ozono son los fluorocarburos, clorocarburos y clorofluorocarburos (CFC). Con frecuencia están en extintores, refrigerantes, propelentes y disolventes.
La OMM prevé que, hacia 2060, la capa de ozono recupere los valores que tenía en 1980 sobre la Antártida.