cultura

El dictador alucinado de Haití

François Duvalier llegó a la presidencia en las elecciones de 1957.

Se lo conocía en Haití por distintos apelativos: Lucifer de los Caribes, Jefe Espiritual de la Nación, Cimarrón Vertical, el Ilustre Doctrinario, Honorable Doctor y Sociólogo, presidente vitalicio de la ­República y, sobre todo, como Papá Doc. De joven, era un médico tranquilo que ejercía su profesión en la Misión Sanitaria Americana, atendiendo gratis a los pobres y, al atardecer, tomaba el fresco en la galería de su modesta casa de madera, vestido con pijama de algodón y zapatillas de cuero del país. Ese mismo hombre, pocos años después, desataría en Haití una pesadilla de asesinatos como nunca hubo en ese país.

François Duvalier llegó a la presidencia en las elecciones de 1957 y organizó a los Tontons Macoutes, un cuerpo militarizado destinado a asegurar el gobierno del país mediante el terror, llevando a Haití a su cita más macabra con la historia. Sus instrumentos para hacer frente a los adversarios políticos fueron el asesinato y el destierro. Su hijo, Jean-Claude Baby Doc Duvalier, prolongaría esa dictadura durante otros treinta años.

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