cultura
El filósofo que se internó en la selva amazónica
Claude Lévi-Strauss fue uno de los intelectuales centrales del siglo XX.
A Claude Lévi-Strauss no le gustaban los viajes, pero muchos de sus grandes hallazgos antropológicos los hizo viajando. Vivió cien años muy prolíficos que comenzaron en 1908, en Bruselas. Estudió Filosofía en La Sorbona, y aprendió de Freud que “incluso lo que se presentaba bajo los aspectos más irracionales, los más absurdos, los más chocantes, podían ocultar una racionalidad secreta”.
Decía que su vocación había nacido de un llamado telefónico. Estaban buscando licenciados en Filosofía que quisieran integrar el Departamento de Etnografía, una ciencia que acababa de adquirir reconocimiento universitario. Así comenzaron sus viajes de etnólogo, uno de los cuales lo llevó al Mato Grosso, donde convivió con los indios del Amazonas, llegando a la conclusión de que el colonialismo había convertido a esas tribus en desechos del progreso industrial europeo. Aprendió mucho de esos seres humanos para quienes el mito juega un papel más importante que la razón, conocimientos que volcó en un libro fundamental, Tristes trópicos. Fue el primer antropólogo en ingresar a la Academia Francesa.