cultura

El legado de Humboldt

Schwartz nació y creció en Brooklyn, Nueva York.

Cuando era joven, el escritor Saul Bellow partió a conocer a su ídolo al Village de Nueva York. Al toparse por primera vez con un libro suyo, supo de inmediato que esa voz lo marcaría para siempre. El nombre de aquel escritor admirado era Delmore Schwartz y, en ese momento, ya había tomado el cielo por asalto: él hablaba y todas las revistas literarias le concedían un oído atento y respetuoso. Una noche de borrachera, ambos sellaron su amistad y su confianza en el futuro.

Sin embargo, con el paso del tiempo, Schwartz fue envenándose con el éxito de Bellow y le escribió una carta que decía: “¿Quieres saber por qué te la tengo jurada? Porque tú me dijiste que iba a ser el poeta del siglo”.

En 1966, Schwartz apareció muerto en un hotel para indigentes del Bowerly. Muchos años después, Bellow publicó una extraordinaria novela que contó la historia de su amistad y enemistad con Schwartz, donde consiguió poner toda la admiración y el mal sabor de ser el que ganó. La novela se llamó El legado de Humboldt.

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