cultura

El nacimiento de Don Fulgencio

Nació en las páginas de un diario de vida efímera, en 1930.

Contemporáneo de Patoruzú, el primer personaje de Lino Palacio es Ramona, la doméstica gallega que toma las palabras al pie de la letra y que “la embarra” continuamente. Nació en las páginas de un diario de vida efímera, en 1930. Desaparecido este, durante casi 15 años dejó de publicarse, hasta que en 1945 resurgió en otro diario. Dijo el creador de Ramona: “Las 30 primeras historietas se basaron en hechos reales. Era una sirvienta de mi abuelo que se empeñaba en barrer las escaleras de abajo hacia arriba. Una vez, desde un periódico gallego, me atacaron violentamente porque lo tomaban como un intento de ridiculizar a sus paisanos”.

Sin embargo, fue Don Fulgencio el hijo que más satisfacciones le brindó a Lino Palacio, por la inmensa popularidad que alcanzó: “En 1915 estaba yo un día semiescondido en un café de Bolívar al 200. Me había hecho la rabona en el Nacional Buenos Aires. Por la vereda opuesta caminaba un vendedor de Biblias que recorría habitualmente el barrio de San Telmo. De pronto se detuvo, miró para todos lados en busca de ocasionales testigos, y creyendo que nadie lo observaba, pateó con entusiasmo una cajita de fósforos. Luego siguió su camino, recobrando su aire solemne y reservado. Yo tenía entonces 12 años. 17 años más tarde convertí aquel recuerdo en un personaje”, contaba.

Cuando nació como personaje, Fulgencio tenía entre 40 y 45 años. La tira se publicó en 200 diarios argentinos, Latinoamérica, Estados Unidos y Japón. En todos conserva su nombre, menos en Brasil, donde se llama “Don Oscar”.

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