El reino del revés: luces de día, oscuridad de noche

Cuando María Elena Walsh inmortalizó en la década del 80 el tema El reino del revés, no imaginó jamás que habría una ciudad en la Argentina cuya realidad encajaría perfecta a la letra de la popular canción.

Ayer en La Plata, a una semana de haberse iniciado la primavera, durante toda la rambla de la 32 (comenzando por la tradicional esquina de 7 y 32) en el ingreso al casco urbano, las luces de las luminarias permanecieron encendidas.

“Siempre están así a las primeras horas de la mañana, en especial cuando los días son nublados”, comentó Alejo, uno de los vendedores que suele trabajar en el lugar por donde históricamente entraban los autos que llegan al centro de la ciudad desde la zona de Villa Elisa o Buenos Aires, cuando no había tanta urbanización como en la actualidad.

El contrapunto se registró en Villa Elvira, en donde Adrián González atribuyó los hechos delictivos que se vienen cometiendo en las inmediaciones de la esquina de 121 y 73 a la falta de iluminación que facilita el trabajo de los delincuentes en la zona.

“Pasaron dos veces por la cuadra. Eran jóvenes y aprovecharon que estaba todo oscuro. Al final, cuando me quisieron forzar la puerta, los terminé corriendo”, relató el vecino, cuya escena quedó registrada por las cámaras de seguridad de un comercia de la cuadra, cuando los delincuentes quisieron entrar a robar por la misma cuadra en el contexto de la pandemia.

Los hechos de inseguridad no pararon y cada vez son más las personas que se quejan porque las calles oscuras favorecen el accionar impune de los delincuentes.

“Parece el reino del revés: luces de día y a oscuras de noche”, comentó irónicamente Miguel, el portero de un colegio privado de La Loma, quien se quejó porque ayer volvieron a robar dos medidores de la calle 33 entre 14 y 15.

A todo esto, también se sumaron pedidos para reponer las luminarias en la calle 517 de Abasto, en donde las personas siguen transitando por la noche a oscuras, incluso llevándose por delante los baches o pozos que hay entre 205 y 208 en la parte oeste de La Plata.

El brazo ejecutor dentro de la Secretaría de Espacios Públicos para poder reparar las luminarias o regular las fotocélulas por las cuales se invirtió en su momento es el funcionario Emiliano Rosales, quien también estuvo a cargo de la coordinación y contratación de la empresa de poda El Mono, antes de que se aplique una medida cautelar que cuestionó todo lo que se venía haciendo en las calles de la ciudad.