emergencia hídrica
El río Paraná continúa bajando y aumenta la preocupación
Se trata de la peor situación hídrica detectada desde 1944.
Bajo el estado de emergencia hídrica declarado oficialmente, el río Paraná continúa bajando y se acerca a niveles históricos. De acuerdo a las últimas mediciones frente al puerto de la capital de Entre Ríos, las aguas llegaron a -30 centímetros de altura (debajo del nivel del mar) y el proceso de bajante extraordinaria ya afectó tanto la vida ambiental como el entorno social de las ciudades a la vera del agua.
Lejos de sus niveles normales y muy por debajo de la marca de aguas bajas, se trata de la peor situación hídrica detectada desde 1944. “Se han secado humedales y lagunas donde están los peces, principal eslabón de la cadena ictícola”, apuntó Gustavo Bordet, gobernador de Entre Ríos. “Es algo histórico, que cuando uno lo ve desde el aire es aún más preocupante”. A raíz de este escenario, se anunciaron una serie de medidas destinadas a la provisión de aguas en las ciudades, el resguardo de la biodiversidad del río, la protección de las especies y la fauna ictícola.
Según la información proporcionada por el Instituto Nacional del Agua (INA), prevalece una tendencia descendente que continuará predominando al menos durante los próximos tres meses. Asimismo, el organismo pidió “especialmente” mantener “la captación de agua fluvial para consumo urbano”.
Debido a la bajante, se esperan impactos en las tomas de agua para consumo urbano, refrigeración de centrales de generación eléctrica y de procesos industriales, así como problemas en la navegación fluvial, la estabilidad de márgenes y una “exposición a incendios en márgenes e islas”.
Este miércoles, el río bajó dos centímetros en Paraná y continúa lejos de su nivel de aguas bajas (2,30 metros) y de su altura promedio en julio (3,10 metros). En Diamante llegó al cero, en Victoria bajó dos centímetros y en La Paz descendió tres puntos. Según los pronósticos del INA, las aguas podrán alcanzar los -50 en la provincia.