Ciencia

El ser humano y la extinción de los grandes mamíferos

Según antropólogos de la UNLP, la depredación humana habría motivado la desaparición de la megafauna sudamericana en del Pleistoceno.

Publicado en la revista Nature Communications, una de las publicaciones científicas más importantes del mundo, el estudio de dos antropólogos de la Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad Nacional de La Plata determina que la depredación humana habría causado la extinción de la megafauna sudamericana. Después de muchos años de trabajo, el informe de los investigadores locales plantea un nuevo escenario para este largo debate de la comunidad científica.

“En América, la mayoría de las extinciones ocurrieron hacia finales del Pleistoceno, después del Último Máximo Glacial y cerca del momento de la primera dispersión generalizada de los humanos desde el Noreste de Asia”, dicen los doctores Luciano Prates e Iván Pérez, autores del estudio. “Y debido a que la pérdida de biodiversidad en las Américas fue más severa que en otros continentes y ocurrió casi en sincronía con importantes cambios climáticos y la afluencia inicial de seres humanos, el debate sobre los principales factores de las extinciones ha sido más controvertido y persistente que en cualquier otro lado”, agregan.

En su trabajo, Prates y Pérez revelan que los megamamíferos aumentaron su presencia hace unos 17.500 años atrás. Una escalada en su densidad que, explican, podría estar relacionada con las condiciones ambientales favorables tras el final del Último Máximo Glacial. Ese crecimiento rápido y sostenido se mantuvo hasta los 12.900 años, cuando comienza a producirse un descenso dramático hasta la desaparición casi total de las especies 11.600 años atrás. Los científicos aseguran que la tecnología de puntas Cola de Pescado (armas de caza grandes y delgadas con un largo trabajo de fabricación) apareció en América del Sur hace alrededor de 13.000 años. De esa manera, el descenso de megafauna coincide con la aparición de los cazadores con puntas Cola de Pescado.

Por otra parte, el estudio de Prates y Pérez se ocupa de mostrar la coincidencia entre las regiones ocupadas por la megafauna y las áreas que los cazadores con puntas Cola de Pescado eligieron para asentarse. Especialmente, las zonas abiertas de la Patagonia y las Pampas de Argentina, Brasil y Uruguay, donde las presas eran más abundantes.

“Sobre esta base proponemos que el comportamiento depredador humano fue el principal factor que impulsó el declive de la megafauna en Sudamérica”, concluyen los investigadores. “Y que los cambios ambientales del Pleistoceno tardío (cambios en el medio ambiente y el efecto indirecto de los hu­manos en la red ecológica) probablemen­te generaron las con­diciones que dieron lugar al colapso masivo de la comunidad de megafauna”.

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