ENTREVISTA EXCLUSIVA
El verano, las reaperturas y la temida segunda ola
En diálogo con diario Hoy, la médica infectóloga Florencia Bruggesser analizó el presente de la pandemia y explicó qué significa que una vacuna alcance un 90% de eficacia
En una semana en la que tres de los laboratorios que están desarrollando vacunas contra el coronavirus dieron a conocer el grado de efectividad de cada una de ellas, diario Hoy habló con la médica infectóloga Florencia Bruggesser, miembro de la Agremiación Médica de Tandil e integrante de la Federación Médica de la Provincia de Buenos Aires.
—¿Qué significa que una vacuna alcance un 90% de eficacia?
—De las vacunas que están en estudio, hay diez en fase 3, la instancia previa a la aprobación y comercialización; en esta fase se investiga, se continúa investigando, su seguridad y eficacia. La eficacia que han anunciado por estos días Pfizer, el Instituto Gamaleya y Moderna, con 95, 92 y 94,5% de eficacia, respectivamente, corresponden a estimaciones realizadas en un análisis interino, pero hay que esperar que esos resultados se mantengan al terminar la fase 3. La eficacia de la vacuna se mide comparando la frecuencia de la enfermedad en los grupos que se vacunaron contra los que recibieron placebo; una eficacia del 90% significa que se redujo en un 90% la frecuencia de Covid-19 en los vacunados.
—¿Qué opinión tiene sobre las medidas de apertura de cara al verano?
—Es un paso que se tiene que dar, son muchos meses de cierre, en algunos lugares completo. Debemos ser cautos y las aperturas deben ser programadas y con protocolos. En esta etapa es muy importante la responsabilidad social, cumplir con los protocolos para evitar contagios y los requisitos de ingreso de cada destino. Además, el uso de barbijo, distancia social y lavado de manos, siempre vigentes. En definitiva, tratar de garantizar la seguridad tanto en los turistas como en los residentes. Va a ser una prueba muy importante, ya que los destinos deben estar en una situación epidemiológica controlada, porque si están en brote y con el sistema sanitario sobrecargado, el turismo no hará más que agravar la situación.
—¿Se puede hablar de que la Argentina ya pasó la llamada primera ola?
—Sí, creo que Argentina en este momento está transitando el descenso de contagios. Si uno mira la curva de casos confirmados, claramente se ve un descenso; hay que ver si esto se mantiene, pareciera que sí. También hay que tener en cuenta que en este momento los casos se trasladaron al interior del país y que hay jurisdicciones que hay que monitorear, pero, en términos generales y siendo optimista, creo que la primera ola está pasando.
—¿Tendremos una segunda ola?
—Sí, es muy probable que ocurra una segunda ola, aunque hay variables que debemos tener en cuenta: si tendremos disponible la vacuna –probablemente no–, y aunque la tuviéramos, sería para grupos específicos, no se utilizaría masivamente. El virus no ha demostrado ser estacional, la situación en Europa lo demuestra, y seguirá circulando en el verano. Nosotros tenemos la ventaja de que podemos predecir qué va a pasar, viendo la experiencia en Europa, que se relajaron en el verano y ahora están sufriendo la segunda ola.
—¿Cuál será la forma de enfrentarla?
—La forma de enfrentarla deberá ser no relajar las precauciones, seguir cuidándonos, usando tapaboca, manteniendo la distancia, lavándonos las manos, siguiendo los protocolos especialmente en lo referente a las reuniones sociales, que sabemos que son los focos de muchos brotes. Creo que de esta manera tendremos una segunda ola más controlada.