cultura

Entrevista al italiano que inventó el rock nacional

Billy Bond gerenciaba el lugar donde nació el rock argentino, produjo a Sui Generis y a Serú Girán, y fue líder de La Pesada del Rock and Roll.

Su nombre tiene resonancia de leyenda. Giuliano Canterini nació en Italia hace 80 años, pero con el apodo de Billy Bond ha quedado para siempre como uno de los mayores promotores de esa música que, para definir rápido y mal, llamamos rock argentino. En 1967, pasó de habitué de La Cueva de Passarotus a ser su programador musical, y allí fue donde comenzó todo. Luego, vendría La Pesada del Rock and Roll; la producción de artistas como Sui Generis, Serú Girán y Raúl Porchetto; el exilio en Brasil, y el regreso triunfal, este año, con el imponente Rompan todos, un espectáculo multitudinario que se hizo en febrero en el Gran Rex, y que tendrá su segunda parte, en el mes de agosto.

—A casi dos meses de Rompan todo en el Gran Rex, ¿qué impresiones te quedaron del show?

—Te confieso que quedé bastante impresionado. Fue un show muy difícil para mí, después de 40 años sin subir a un escenario. Había mucha presión en el show, una energía muy fuerte atrás mío formada por más de

30 músicos con una ansiedad y una garra fuertísima. Y adelante mío, más de 3.500 monos. Fue una especie de huracán de emociones.

—¿Cómo nació la idea de semejante movida?

—La idea no era hacer un recital de rock and roll, sino algo un poco diferente. No se trataba de cantar canciones del pasado y listo, porque eso no tenía ningún desafío artístico. En realidad, no quiero volver. Quiero dejar atrás lo que fui y ser lo que soy; lo que soy es esto y no aquello. Fijate que durante casi dos horas no cantamos ningún éxito, ningún hit. No había hits. El único hit que tenemos es Tontos. Por ahí, un poco, Salgan al sol (que todo el mundo se cree que es de Divididos).

—¿El espectáculo del 13 de agosto va a tener las mismas características?

—Si, tiene que tenerlas. Pero van a pasar cosas diferentes, porque habrá otros músicos. Por ejemplo, viene Claudio Gabis que no estuvo en el primer show..

—Mencionaste a Claudio Gabis, tanto él como vos trabajaron con el brasileño Ney Matogrosso, ¿qué recuerdos te quedaron de esa etapa?

—Ney Matogrosso es un extraterrestre, un artista iluminado como lo es Caetano o Charly. Hay artistas a los que una varita mágica ha hecho totalmente diferentes de los otros. Ney es un ser de primera línea como persona y artista. Durante dos años viajamos por todo Brasil. Es muy amigo mío.

—En Brasil también trabajaste con Rita Lee.

—Sí, en Brasil también trabajé con Rita Lee, con Caetano, con Os Paralamas de Suceso, Cazuza, y Elis Regina. Fui director de TV O Globo, hice cine y fui productor de shows internacionales fuertísimos como Queen y Van Halen, para nombrarte algunos. Hice el primer Rock in Río. Fui bastante amigo de Rita, produje un disco de ella en el que intervino Patricio Guizzo, Daniel Melingo y Pipo Cipolatti. Un disco muy raro, muy divertido.

—¿Por qué elegiste Brasil como lugar de recalada?

— En realidad, es el lugar al que podía ir en esa época. En Brasil había muchos como argentinos. Los primeros Secos y Molhados, la famosa banda de Ney Mattogrosso, eran todos argentinos. Toda gente de La Cueva que habían laburado conmigo. Entonces yo tenía en San Pablo como diez tipos que eran muy amigos míos, que tocaban con Caetano, con Gil, que conocía desde hace mucho tiempo. Además, Brasil es un país con una musicalidad impresionante.

—Es impresionante la convocatoria que tuviste con Rompan todo, no me refiero solamente a la cantidad de público, sino también a la calidad de invitados.

—Toda la gente que estuvo tiene talento. Claro, cada uno tenía sus características: León Gieco es un personaje fantástico, una buena persona. Pero todos los son, todos son músicos del carajo. Creo que el poder de convocatoria que tengo es porque no miento ni compito con nadie. El show era mío, pero yo cedí el escenario amablemente al que quisiera cantar. Yo lo puse a Gieco a cantar aquel final porque era él quien lo tenía que cantar, él estaba hablando de mí. Todo lo que fue hecho durante dos horas y media casi tenía un doble sentido, pensado casi como una obra de teatro.

Noticias Relacionadas