La danza, en estado de emergencia

La pandemia acentuó la precarización laboral que sufren los trabajadores del sector y propició la conformación del Frente de Emergencia de la Danza, con el objetivo de pensar y diagramar estrategias conjuntas.

La danza es arte, pero también es un medio de vida para miles de personas que se desempeñan en las áreas vinculadas a la disciplina. Sumidos en la informalidad, bailarines y bailarinas reclaman sus derechos como trabajadores, y por eso, se unieron en el Frente de Emergencia de la Danza.

Este sábado, la agrupación que reúne a 45 organizaciones de todo el país tendrá su Tercer Plenario Nacional de la Danza destinado a la comunidad que representa, a fin de debatir acerca de las condiciones laborales específicas de las danzas y las posibilidades de organización como trabajadores y trabajadoras.

La pandemia puso de manifiesto una cuestión no resuelta desde hace mucho tiempo, que tiene que ver con la falta de un marco legal propio de la actividad. La coreógrafa, docente y gestora cultural, Eugenia Schvartzman, se refirió a la situación en diálogo con diario Hoy y reconoció: “Es un sector complejo, porque si bien tenemos algunas instancias de trabajo estable, como en compañías o en el campo de la docencia, fuera de eso hay una enorme mayoría de trabajadores y trabajadoras informales, que lo hacemos, en el mejor de los casos, con un monotributo”.

“La danza carece de un organismo de apoyo y fomento a nivel nacional, y esto nos ha complicado, porque hemos aplicado a líneas de incentivación que, en realidad, son diversas y no específicas para el sector, debido a la inexistencia de un organismo que nos avale como, por ejemplo, el Instituto Nacional del Teatro o el Instituto Nacional de la Música”, agregó Schvartzman.

Algunos números extraoficiales, develan que, solo en Buenos Aires, hay más de 80.000 trabajadores independientes, entre docentes, bailarines, coreógrafos, investigadores y gestores, que sufren el impacto económico de la coyuntura. En tanto, a nivel nacional, la cifra asciende a más de 450.000 trabajadores, con apenas un 16% en condiciones de formalidad.

“Hay como una idea romántica, que todavía se sostiene, que tiene que ver con que el arte nos viene dado (…) y en el campo de la danza hay muchísimas vías de desarrollo laboral, no solamente en la interpretación. Entonces, hay que tener presente que todas ellas son trabajo”, insistió la mujer que también es promotora del proyecto de Ley Nacional de Danza.

Aunque desde el sector reconocen la incertidumbre, continúan “trabajando en articulación y en red, apuntando a poder lograr ciertos apoyos para la sostenibilidad” porque entienden que “la recuperación va a ser lenta y el año que viene va a ser muy duro”.

“En la situación de emergencia en la que nos encontramos, el saldo positivo es la organización. Estas redes de trabajo colectivo serán las que quedarán después de la pandemia”, concluyó Schvartzman.

Noticias Relacionadas