La Elenita: un monumento histórico en riesgo de destrucción

Acechada por los médanos y el avance de la arena, la casa de veraneo del expresidente Arturo Frondizi en Ostende sufre desde hace años un claro estado de abandono.

Construida en 1935 por el expresidente argentino Arturo Frondizi para vacacionar junto a su familia en Ostende, La Elenita es una casilla hecha sobre pilotes de madera única en su especie dentro de la zona, que logra convivir pacíficamente con el ecosistema local. De apenas 30 metros cuadrados, el lugar fue bautizado en honor a la única hija del matrimonio del expolítico con Elena Faggionato. Por aquel entonces, transcurría el verano viviendo literalmente de la caza y de la pesca, cocinando con un calentador a kerosén y obteniendo agua potable por el accionamiento de una pequeña bomba manual.

Hoy en día, el lugar brinda un importante servicio turístico, educativo y cultural; a pesar de haber sido declarado monumento histórico provincial y edificio histórico del partido de Pinamar, se encuentra seriamente amenazado por el avance de la arena y los médanos. Mercedes Faggionato, sobrina del exmandatario, dialogó con diario Hoy y comentó al respecto: “Está en situación crítica a causa del avance desmedido de la arena por falta de gestión y errores técnicos en el manejo del entorno natural original inmediato. Es un área dinámica, que recibe naturalmente los bravos vientos del sudeste y que, a partir de la urbanización y el uso turístico/comercial actual, requiere de un plan de manejo y mantenimiento. Se planifica la construcción de balnearios y el movimiento de arena se acomoda con refulados (desplazamientos de arena con máquinas dentro de la misma playa) y otras estrategias. En estos últimos años, los recursos destinados al mantenimiento específico de la casa fueron utilizados para tratar de contener la arena y ahora nos encontramos con el lugar deteriorado y el entorno natural desbordado”.

La heredera del monumento histórico, si bien rescata el importante valor de la casa a nivel personal, también remarca el legado cultural e histórico que tiene el lugar a nivel nacional. “Mi interés principal y mis acciones están enfocadas en el presente y en el futuro: en el resguardo de los valores históricos para la construcción de nuestra identidad de pueblo costero bonaerense, en el disfrute del conocimiento de un estilo de vacaciones extinguido, de la historia de Ostende, del fantástico paisaje, de la riqueza de flora y fauna autóctonas así como de las responsabilidades de proteger y hacer uso sostenible de estos bienes comunes”, señaló.

En el año 1993 la casa fue recuperada y restaurada, y su mantenimiento es sostenido por la familia Faggionato y la asociación Amigos de La Elenita.

“Desde 1993, cuando realizamos la restauración de fondo, hemos sostenido el mantenimiento haciendo refacciones estructurales importantes como el cambio de pilotes, de chapas, de renovación de maderas, aberturas y nivelación. Siempre fue con recursos propios, algunas veces con la colaboración de amigos, familia, adherentes, integrantes de grupos o fundaciones. La intervención del municipio fue desde el principio negativa por haber instalado enquinchados deficientes y no haberlos mantenido, y en la actualidad manifestar una negativa absoluta de reparación a pesar de las ordenanzas que protegen a este lugar. Es urgente realizar la remediación del pie de médano afectado incluyendo el retiro de los viejos enquinchados, que continúan acumulando arena y derivándola sobre la casa. En este momento está formándose nuevamente una lengua enorme de arena en el frente que se deriva también por el ángulo sudeste desde donde cae sobre la casa”, explicó la familiar.

Por último, Faggionato aseguró que si bien las autoridades están al tanto de la situación actual, aún no han tenido respuesta o conocimiento de alguna gestión concreta para proteger este lugar que promueve el turismo y la cultura, al mismo tiempo que brinda un fuerte aporte a la identidad provincial.

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