La historia de Zohe, la enfermera trans que cubre las emergencias en el Rossi
Zohe Mareco ingresó al hospital platense en plena pandemia. Relató a diario Hoy cómo fue superar las barreras hasta llegar a cumplir su sueño: ser trabajadora de la salud.
A pocos meses del estallido de la pandemia de coronavirus en Argentina, Zohe Mareco consiguió su primer trabajo como enfermera en la primera línea de batalla y se incorporó al equipo del Hospital Rossi de La Plata.
Zohe es una mujer trans de 37 años, graduada de la Facultad de Ciencias Médicas de la Universidad Nacional de La Plata; su diploma dice que es enfermera profesional universitaria. Hoy se desempeña en la guardia de emergencias del nosocomio de calle 37, entre 116 y 117.
“Ingresé el 22 de junio de 2020. Hice un paso por todos los servicios: estuve un mes en terapia y luego pasé a la guardia de emergencias cuando se inauguró la parte nueva con todo el equipamiento de última tecnología. Me siento supercómoda, me encanta. Soy feliz siendo enfermera”, aseguró en diálogo con diario Hoy.
Luego de muchos años de espera para cumplir su sueño, a Zohe le llegó el turno justo en en medio de una de las crisis más profundas a nivel global, la llegada de la Covid-19.
“Haber ingresado en pandemia representa una experiencia que va a ser inolvidable. Fue algo desconocido, sabíamos poco y nada de las formas de contagio, de cómo usar el equipo de protección. Fue un aprendizaje para todos, estuvimos en conjunto en el día a día todos unidos”, resaltó sobre el equipo del Hospital.
En esa línea, aseguró que, pese al contexto sanitario, aprendió mucho de sus pares. “Estar en primera línea es una situación muy fuerte”, dijo. Además, tanto ella como sus compañeras eran quienes ponían el cuerpo desde el primer minuto. “En plena pandemia recibimos pacientes con dificultad respiratoria y somos las enfermeras las que atendemos primero para estabilizar al paciente, mientras los médicos se preparan. Fue fuerte”, remarcó.
El camino hasta la guardia
Zohe asegura que su deseo de estudiar y trabajar en el ámbito de la salud la acompaña desde siempre, aunque le costó muchísimo llegar a su objetivo. Cuando terminó el secundario se hizo peluquera, para tener una salida laboral independiente. “Al ir a buscar un empleo todas las respuestas eran no, no, no”, explicó.
“No puedo quejarme de nada. Recibí muy buena contención de todos mis compañeros tanto en enfermería, limpieza, seguridad, médicos, camilleros. Es un aprendizaje continuo, pero siempre con la mejor onda. Creo que logramos correr la cuestión de género y ver el lado profesional, hacer que el paciente se sienta contenido y atendido de la forma correcta”, analizó la enfermera.
Gracias a su experiencia, Zohe dejó un consejo para todas las personas trans que no se animan a inscribirse en una carrera universitaria o que vean cercenados sus sueños de tener el trabajo que quieran.
“En Argentina tenemos una educación pública de calidad y eso es importantísimo. Tener mi título me abre un montón de puertas, entonces recomiendo a todos que terminen el secundario, que si pueden se anoten a una carrera universitaria o cursos de lo que les guste; la capacitación y la formación son muy importantes”, concluyó.