La increíble historia del Dr Leonid Rogozov
El médico soviético debió operarse a si mismo para sobrevivir a una grave apendicitis ya que era el único sanitarista en la expedición a la Antártida de 1960
Corría el año 1961 y la sexta expedición soviética en la base de Novolazarevskaya ya llevaba trabajando en el continente blanco desde hacía casi un año. A los 12 hombres apostados en la base les faltaba aún algunos meses para terminar su estadía allí pero, en ese momento, un imprevisto sacudió al personal: uno de los hombres había desarrollado una gravísima apendicitis.
Todo comenzó con nauseas, cansancio y un fuerte dolor en la zona abdominal. Dado el contexto de la situación, sin un centro médico ni otra base que los auxiliara o sin la posibilidad de volver a la Unión Soviética, este imprevisto podía volverse mortal rápidamente.
Pero lo peor de todo es que el enfermo era también el único médico de la expedición y era la única persona capacitada para hacer la extracción, Rogozov sabía que si él mismo no se ayudaba nadie podría hacerlo. Así que sin mucha opción, tomó la temeraria decisión de auto operarse.
Habiéndose hecho un autodiagnóstico, inmediatamente reconoció cual era el problema y sin más remedio, inició el proceso de extracción. La operación "en el mundo civilizado" era rutinaria, de hecho el mismo Rogozov la había realizado incontable cantidad de veces, pero ahora, la situación era crítica.
La intervención duró unos pocos minutos ante la atónita y atenta mirada de sus colegas que lo auxiliaron como pudieron. Toda la épica fue un éxito y Rogozov estuvo dos semanas en reposo y luego se dio el alta.
Rogozov finalmente volvió a la Unión Sovietica y vivió en San Petersburgo hasta el año 2000 cuando falleció de cáncer de pulmón a la edad de 67 años.