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¿La Luna se está encogiendo? La NASA advierte sobre posibles implicaciones para la Tierra
Científicos alertan sobre una reducción gradual en el tamaño del satélite y las posibles implicaciones que esto podría tener para nuestro planeta.
Científicos de la NASA están alertando sobre una reducción gradual en el tamaño de la Luna y las posibles implicaciones que esto podría tener para nuestro planeta. Según datos recopilados por la sonda espacial Lunar Reconnaissance Orbiter, lanzada en 2009, se ha observado que el núcleo del satélite se está enfriando, lo que está provocando una disminución en su dimensión y generando arrugas y temblores en su superficie.
Un estudio reciente, financiado por la NASA y liderado por el Dr. Thomas R. Watters del Centro de Estudios Planetarios y de la Tierra del Museo Nacional del Aire y del Espacio del Smithsonian, reveló que la Luna está experimentando “temblores o terremotos” que están provocando grietas y pliegues en su estructura.
Los científicos estiman que la Luna ha reducido su circunferencia en unos 150 pies en los últimos millones de años. Aunque este cambio puede ser significativo en términos geológicos, se considera demasiado pequeño para tener un impacto directo en la Tierra o en los ciclos de marea, según los investigadores. Sin embargo, estos cambios están indicando una transformación interna en la Luna.
El Dr. Watters explicó que la Luna se está encogiendo debido al enfriamiento de su núcleo externo fundido. A medida que esto ocurre, el volumen interior cambia y la corteza lunar debe adaptarse, lo que provoca una contracción global en el satélite. Esta contracción, junto con las fuerzas de marea ejercidas por la Tierra, está contribuyendo al cambio en las dimensiones de la Luna.
Un dato relevante es que el estudio identificó un terremoto lunar poco profundo poderoso cerca del polo sur lunar, el mismo lugar seleccionado para el posible aterrizaje de la misión Artemis III de la NASA en 2027. A pesar de esto, los investigadores sugieren que estos eventos son poco comunes y representan un riesgo bajo para las misiones de corta duración en la superficie lunar. En palabras de Renee Weber, científica planetaria de la NASA, “la idea no es disuadir a nadie de explorar el polo sur de la Luna”, indicando que, aunque se están observando estos fenómenos, no se deben detener los esfuerzos de exploración espacial.