cultura
La peste negra
En 1346, la situación biológica y geográfica de los parásitos había evolucionado lo suficiente como para bautizarla “peste negra”.
Lo cierto es que las ratas, las pulgas y los bacilos se acercaron al Mediterráneo en la zona del Cercano Oriente. Allí los roedores descubrieron el placer de subir a los barcos trepando por las cuerdas que los amarraban a los muelles. Ese divertimento derivó en viajes hacia las hermosas costas de Francia, Italia y España.
En 1346, la situación biológica y geográfica de los parásitos había evolucionado lo suficiente como para bautizarla “peste negra”, una plaga caída sobre la población europea, que no poseía ninguna inmunidad natural. Como la peste no era solo transmitida por las ratas y las pulgas, sino también por el contagio directo entre personas, la mortandad aniquiló a una tercera parte de la población del continente.