La primera bandera argentina: una investigación donde se entrelazan la ciencia y la historia

Diario Hoy dialogó con el científico Carlos Della Védova, vicedirector del Conicet La Plata, quien brindó detalles del trabajo que reveló el verdadero color de la primera enseña que izó Manuel Belgrano.

"Con la pluma de la historia escribimos el libro del presente en las páginas del futuro. Sin conocer nuestra historia es difícil enmarcarnos en todo nuestro proceso. Es algo muy rico, como querer tener la posibilidad de realizar un viaje al pasado donde uno aprende a conocer desde personas como Manuel Belgrano”, le expresó a diario Hoy Carlos Della Védova, vicedirector del Conicet La Plata y profesor titular de Química Inorgánica de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata

En febrero de 1812, a orillas del río Paraná, el general Manuel Belgrano izó por primera vez la bandera argentina. Della Védova, junto a un grupo de investigadores e investigadoras, realizó un estudio sobre el color original de la bandera argentina: determinaron que se utilizó el azul índigo en combinación con el blanco.

Consultado sobre el surgimiento del trabajo, el profesional explicó: “Desde la primera vez que fui a Tucumán, en la Basílica de San Francisco, noté que había una bandera que era de 1814. Mi idea era que esta reliquia pudo haber sido la bandera de Belgrano, la que acompañó al Ejército del Norte a las batallas de Tucumán y Salta. Me quedó eso en la curiosidad y después con el tiempo tuve la oportunidad de conversar con el guardián de la bandera y me dijo que era una bandera de Bernabé Aráoz”.

Según el experto, Aráoz tuvo un contacto con Manuel Belgrano, por lo que esa tenía que seguir el diseño original del creador de la bandera.

“Bernabé Aráoz fue quien en la cruzada de Burruyacú convenció a Belgrano de dar batalla al invencible ejército de Pío Tristán en Tucumán y de no replegarse a Salta. Esto para significar que esa bandera de alguna manera está muy conectada con Belgrano. Tuve acceso hace unos años a un retazo de la misma y comenzamos con los estudios. Nos dio que tenía un pigmento que era de color azul y que estaba tratado con estaño. Tenía un tratamiento especial que bien podría haber sido en la misma seda, era de seda de tipo tafetán, un tejido muy simple”, expresó.

A partir de ese descubrimiento, el próximo paso fue intentar conseguir también un jirón de la “Bandera de Macha”, que se encuentra en la Casa de la Libertad de Sucre, en Bolivia y está protegida y custodiada por los restos de Juana Azurduy. Esa es una de las dos que se encontraron en la capilla de Titiri, cerca de Macha, a 4.350 metros sobre el nivel del mar.

“Se encontraron detrás de un cuadro de Santa Teresa: una que es la que se denomina Bandera de Macha y la otra que se denomina Bandera de Ayohúma y que está en el Museo Histórico Nacional en Parque Lezama, en Buenos Aires”, marcó.

Y continuó: “Hicimos todo el trámite, nos acercamos a la Embajada de Bolivia. Fue tal nuestra cercanía que sentíamos que éramos hermanos tanto con la gente de la Embajada como cuando llegamos a Sucre. La gente más antigua de la zona tenía noticias de que esa bandera había sido llevada por el Ejército del Norte y que había que protegerlas para que no fueran expuestas en ningún templo de la entonces monarquía española. Eso es un detalle muy importante porque toda esta gente que sabía de la existencia de la bandera lo calló durante toda su vida y fueron una para Bolivia y otra para la Argentina. Ese es un dato muy interesante de lo que significa una bandera”.

El estudio otra vez reveló que era un azul proveniente de un colorante índigo que a principios del siglo XIX tenía dos orígenes: uno venía de Europa, por lo general de Amiens, de una especie llamada isatis tinctoria. La otra, procedente de Asia, era el indigofera tinctoria.

El grupo de trabajo de La Plata que participó de la investigación está compuesto también por la doctora Rosara Romano y Lorena Picone. “Tenemos los conocimientos y las herramientas para poder intervenir en esto que consideramos que es una nueva rama, que es la espectrohistoria: una apoyatura de hechos históricos a través de datos científicos”, concluyó. Cabe resaltar que Della Védova confirmó que “están comenzando a estudiar” la bandera que se encuentra en el Museo Histórico Nacional en Parque Lezama.

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